Israel reabre la franja de Gaza a los judíos tras la presión de los colonos

Los ultraortodoxos habían amenazado con invadir el territorio clausurado

Sometido a una gran presión, traducida en un ultimátum del Consejo de Colonos, el Ejército israelí reabrió ayer el acceso a los asentamientos de la franja de Gaza: "Tras haber ordenado el cierre y evacuado a los más extremistas, esperamos que prevalezca el sentido común y moderación que caracteriza a la mayoría de los ciudadanos que viven en esa zona". La apertura, 24 horas después de ordenar el cierre, ha provocado multitud de críticas.

Las primeras críticas proceden de los propios colonos. Se quejan de que la decisión trae consigo muchas restricciones, como, por ejemplo, que los que e...

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Sometido a una gran presión, traducida en un ultimátum del Consejo de Colonos, el Ejército israelí reabrió ayer el acceso a los asentamientos de la franja de Gaza: "Tras haber ordenado el cierre y evacuado a los más extremistas, esperamos que prevalezca el sentido común y moderación que caracteriza a la mayoría de los ciudadanos que viven en esa zona". La apertura, 24 horas después de ordenar el cierre, ha provocado multitud de críticas.

Las primeras críticas proceden de los propios colonos. Se quejan de que la decisión trae consigo muchas restricciones, como, por ejemplo, que los que entren "no pueden llevar enseres personales o material de construcción como muebles o electrodomésticos", destinados a una posible instalación en los asentamientos. "Incluso nos prohíben entrar con sacos de dormir. No es lógico que por unos cuantos extremistas, que no descarto sean colaboradores de los servicios secretos, la mayoría sea castigada", se quejaba Avi, un habitante de Nevé Dekalim, en pleno Gush Katif.

También hubo críticas del Ejército. Diversos oficiales -que han preferido mantenerse en el anonimato- han mostrado su desacuerdo con la decisión tomada ayer por el general Dan Harel, que a su vez había recibido las órdenes del jefe del Estado Mayor, Dan Jalutz. Según ellos, "no se entiende, sobre todo ante las informaciones de que más radicales volverán a entrar para atrincherarse en algún edificio y hacernos más difícil la evacuación de las colonias en agosto". Pero Jalutz hizo prevalecer la presión de los dirigentes del Consejo de Colonos, que anteayer lanzaron un ultimátum: si el Ejército no rectifica, enviarían miles de personas, incluidas familias enteras, al puesto de control de Kissufim, para entrar por la fuerza.

En tercer lugar, de los políticos. El líder del partido centrista Shinui y ex ministro de Justicia, Tommy Lapid, criticó la reapertura de los accesos de las colonias: "Es inaudito que a pocas horas de ordenar el cierre volvamos a abrir las puertas. Entiendo las necesidades de los que viven allí, pero el Ejército debería haber esperado unos días".

Ayer, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, hojeó los periódicos y por primera vez en muchas semanas se alegró ante lo que leía. La portada del rotativo más leído de Israel, Yediot Ajaronot, ofrecía el regalo que tanto esperaba: un importante aumento del apoyo popular a su plan de evacuación de las 21 colonias de Gaza y cuatro del norte de Cisjordania, previsto para agosto. Según el sondeo, el 62% de los israelíes apoya dicha iniciativa y el 31% se opone.

Hace unas semanas, el apoyo se limitaba a poco más del 50%. La causa del aumento radica en los actos de protesta de los jóvenes militantes de la derecha más radical que consiguieron paralizar las principales carreteras del país y dos de ellos incluso apedrearon a un joven palestino en una colonia en Gaza, imagen que ha impactado en la opinión pública israelí y enfurecido a la palestina. La encuesta, sin embargo, revela un dato: el 44% cree que durante la evacuación de colonias habrá derramamiento de sangre.

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