La cúpula militar expresa su malestar por que Trillo traslade su responsabilidad a los ejércitos

En un gesto insólito, los miembros de la cúpula militar se reunieron ayer para aprobar un documento en el que expresan, en tono respetuoso pero contundente, su malestar por las declaraciones del ex ministro de Defensa Federico Trillo-Figueroa, quien el pasado miércoles señaló en el Congreso a mandos militares como únicos responsables del caso Yak-42 y se negó a asumir cualquier responsabilidad. El texto pide que "se evite, en la medida de lo posible, la alusión negativa al comportamiento de miembros de las Fuerzas Armadas en relación con asuntos que son exclusivos del ámbito político"....

En un gesto insólito, los miembros de la cúpula militar se reunieron ayer para aprobar un documento en el que expresan, en tono respetuoso pero contundente, su malestar por las declaraciones del ex ministro de Defensa Federico Trillo-Figueroa, quien el pasado miércoles señaló en el Congreso a mandos militares como únicos responsables del caso Yak-42 y se negó a asumir cualquier responsabilidad. El texto pide que "se evite, en la medida de lo posible, la alusión negativa al comportamiento de miembros de las Fuerzas Armadas en relación con asuntos que son exclusivos del ámbito político".

El documento fue remitido ayer por la tarde al ministro de Defensa, José Bono, por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, el general de Ejército Félix Sanz, quien previamente lo despachó con los jefes del Ejército de Tierra, José Antonio García González, el Ejército del Aire, Francisco José García de la Vega, y la Armada, Sebastián Zaragoza.

El escrito se refiere en un tono exquisitamente respetuoso al ahora diputado Federico Trillo-Figueroa, pero desmiente algunas de las afirmaciones que éste hizo en la Comisión de Defensa del Congreso para eludir responsabilidades por el caso Yak-42.

En concreto, la cúpula militar recuerda que los dos generales a los que el ex ministro se refirió, "como posibles responsables de acciones u omisiones en relación con todos los aspectos relativos a la contratación, fueron ascendidos al empleo inmediato superior por sendas decisiones del Consejo de Ministros del que él [Trillo] formaba parte, y a su propuesta, después de haberse producido el accidente del avión".

Reunión en el Ceseden

Aunque Trillo no los citó por su nombre, aludía al teniente general Juan Luis Ibarreta, jefe del Estado Mayor Conjunto en el momento del accidente, y al vicealmirante José Antonio Martínez Sáinz-Rozas, que era jefe de la división de Operaciones del Estado Mayor de la Defensa.

Además, la nota desmiente de forma tajante que el director general de la Guardia Civil, el teniente general Carlos Gómez Arruche, jefe del Estado Mayor del Mando Aéreo de Levante en el momento del siniestro, fuera el responsable directo del vuelo del Yak-42, como dijo Trillo.

"Respecto del General Gómez Arruche, también mencionado por don Federico Trillo, en esta ocasión por su nombre, apellidos y destino actual", agrega el escrito, "cabe decir que entre sus responsabilidades, en el momento del accidente, no estaba la de inspeccionar los aviones de transporte de tropas".

Los miembros de la cúpula militar "solicitan respetuosamente que se evite, en la medida de lo posible, la alusión negativa al comportamiento de miembros de las Fuerzas Armadas en relación con asuntos que son exclusivos del ámbito político, a no ser que se trate de faltas o delitos que, en tal caso, deberían detallarse -circunstancia que no se ha producido en la intervención [del ex ministro de Defensa]- para obrar en consecuencia".

La reunión de los miembros de la Junta de Jefes de Estado Mayor, de carácter informal, se produjo en el Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (Ceseden), tras la entrega de diplomas a los 162 alumnos del VIº curso de Estado Mayor de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas. Una vez concluido el acto académico, que presidió el Rey acompañado por el ministro José Bono, se ofreció la tradicional copa de vino. Las conversaciones en la mayoría de los corrillos giraron en torno a la intervención de Trillo el día anterior en el Congreso. "Nuestra formación de militares nos impide entender que un jefe pueda descargar la responsabilidad en sus subordinados y decir que no es responsable de nada", dijo un general, con el asentimiento de otros.

No menos estupor causó la afirmación de Trillo de que los militares le habían "dejado solo", cuando el ex ministro sigue en activo como diputado, mientras que dos generales han sido imputados por la juez y pasados forzosamente a la reserva.

"Atónito" Gómez Arruche

En el acto se encontraba uno de los señalados por Trillo: el general Gómez Arruche. "Estoy atónito, dolorido y sorprendido", dijo. El director de la Guardia Civil explicó que tanto el miércoles por la noche como ayer por la mañana telefoneó a Trillo para pedirle explicaciones sin que éste le contestara.

Según Gómez Arruche, el Mando Aéreo de Levante, del que él era el número dos, tenía responsabilidad sobre los transportes en aviones del Ejército del Aire, pero no sobre los vuelos de aparatos civiles como el Yak-42. En estos casos, se limitaba a coordinar las necesidades de carga de las unidades y remitirlas al Estado Mayor de la Defensa.

Respecto a Ibarreta, fuentes militares admitieron que su firma figura en el contrato de alquiler de aviones con NAMSA, pero recordaron que, tras el accidente, Trillo le hizo teniente general y segundo jefe del Ejército del Aire, por lo que cabe pensar que entonces no le atribuía ninguna responsabilidad en el Yak-42.

Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, declaró ayer que reprobar a Trillo constituye "un juicio sumarísimo con algunos aspectos de sadismo". Bono dijo que la reprobación del ex ministro, aprobada el miércoles por la Comisión de Defensa del Congreso, puede parecer extemporánea, "pero mucho más lo es haber enterrado" a las víctimas del accidente, con su verdadera identidad, "hace pocas semanas".