Reportaje:

Vocación de operador integral

El Grupo Erhardt pasa del transporte marítimo a las tecnologías de la información

"Todo lo que acometamos debe tener un crecimiento rentable. No nos podemos permitir abordar proyectos que no lo sean". Eugenio Erhardt Oraá, presidente del Grupo Erhardt, fundado por su bisabuelo en 1882, quiere multiplicar por dos el negocio en cinco años. Su negocio nació en la revolución industrial vasca, unido a la siderurgia, las minas y el puerto. Hoy emplea a 700 personas y cerrará el año con unas ventas de 193 millones.

El grupo familiar, en su cuarta generación, cuenta actualmente con tres divisiones: transporte y logística, trading internacional y tecnologías de la info...

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"Todo lo que acometamos debe tener un crecimiento rentable. No nos podemos permitir abordar proyectos que no lo sean". Eugenio Erhardt Oraá, presidente del Grupo Erhardt, fundado por su bisabuelo en 1882, quiere multiplicar por dos el negocio en cinco años. Su negocio nació en la revolución industrial vasca, unido a la siderurgia, las minas y el puerto. Hoy emplea a 700 personas y cerrará el año con unas ventas de 193 millones.

Hace cinco años, los Erhardt firmaron un protocolo que separó el patrimonio familiar de la empresa

El grupo familiar, en su cuarta generación, cuenta actualmente con tres divisiones: transporte y logística, trading internacional y tecnologías de la información. El origen del negocio y el que concentra el mayor porcentaje de las ventas, el 70%, es el transporte. Es el corazón y el origen del negocio. Desde que el primer Erhardt instaló su negocio en Vizcaya y Cantabria, la familia se ha dedicado a todo aquello que rodea el negocio del transporte marítimo. La única actividad en la que no están es la de armadores, aunque sí tuvieron buques hasta 1986.

Erhardt reconoce que el peso de Bilbao es aún esencial, pero insiste en su presencia en los principales puertos de España (Vigo, A Coruña, Ferrol, Santander, Bermeo, San Sebastián, Tarragona, Barcelona, Valencia, Cartagena y Cádiz). "Nuestra apuesta es ser un operador logístico integral y estar presentes en todo el trasporte marítimo, terrestre y aéreo", señala Erhardt.

La voluntad de expansión en el transporte obligó a Erhardt a plantear soluciones informáticas de servicio al cliente. Opciones que posteriormente decidió comercializarlas y así puso en marcha en 1991 Sericat, la base de la división de tecnologías de la información y la que ocupa a mayor número de trabajadores, el 55% de la plantilla. Erhardt destina cerca de dos millones de euros, el equivalente a su beneficio, a investigación y desarrollo. En la división de tecnologías de la información cuentan con tres áreas: outsourcing, consultoría y servicios profesionales.

La tercera pata del negocio del Erhardt es el trading, actividad que han desarrollado desde sus orígenes. Son importadores siderúrgicos, de madera, de piedras y mármoles y de productos industriales de países emergentes. Hace años traían los productos desde Alemania, pero ahora sus proveedores están esencialmente en los países emergentes.Pero el Grupo Erhardt no ha sido siempre igual. Hasta 1969 tenía también un división industrial. De hecho, fueron fundadores junto a la familia Sendagorta de la ingeniería Sener, de la que salieron y fueron impulsores del fabricante vasco de bienes de equipo Mecánica de la Peña, hoy ya desaparecido.

En cualquier caso, mantenerse como empresa familiar durante cuatro generaciones no ha sido fácil. Hace cinco años decidieron que el grupo empresarial debía sobrevivir, pese a la familia y con la familia. La cuarta generación de los Erhardt está formada por Eugenio y sus ocho hermanos. La decisión de firmar un protocolo familiar llegó con la salida del padre, Eugenio Erhardt Ormaechea, del día a día del negocio y la separación del patrimonio familiar del empresarial. Solamente dos de los hermanos trabajan en la empresa, el mayor, Eugenio, el presidente, y el pequeño, Rafael, el vicepresidente. "El objetivo es que la compañía continúe en el tiempo", señala Eugenio Erhardt Oraá.

Este periodo coincidió con el impulso empresarial del buen gobierno y los Erhardt decidieron nombrar dos consejeros independientes que completaban un pequeño consejo junto al presidente, el vicepresidente y el secretario. "Buscamos alguien que nos pudiera mostrar cómo mejorar", indica Erhardt. De momento, nadie de la quinta generación de esta familia de origen alemán trabaja en la empresa. Les gustaría que alguien lo hiciera, pero no de cualquier forma.

Eugenio Erhardt.FRANCISCO DOMINGO-ALDAMA

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