Colas de hasta 25 kilómetros en el área de Barcelona al inicio del puente de Sant Joan

Más de 600.000 coches y 1.600 'mossos' protagonizan la 'operación salida'

La temida operación salida del puente de Sant Joan causó ayer retenciones de hasta 25 kilómetros en la AP-7 entre la Roca del Vallès y Sant Cugat del Vallès. También se produjeron colas, de 23 kilómetros, entre Sant Cugat y Martorell. En la C-31, las retenciones llegaron a 15 kilómetros, y en la C-32, que enlaza Barcelona y el Maresme, alcanzaron nueve kilómetros en Mataró. A media tarde, en las rondas de Barcelona hubo colas de hasta 15 kilómetros en la del litoral y de 13 en la de Dalt. Más de 1.600 mossos d'esquadra participaron en la operación.

Los 625.000 vehículos qu...

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La temida operación salida del puente de Sant Joan causó ayer retenciones de hasta 25 kilómetros en la AP-7 entre la Roca del Vallès y Sant Cugat del Vallès. También se produjeron colas, de 23 kilómetros, entre Sant Cugat y Martorell. En la C-31, las retenciones llegaron a 15 kilómetros, y en la C-32, que enlaza Barcelona y el Maresme, alcanzaron nueve kilómetros en Mataró. A media tarde, en las rondas de Barcelona hubo colas de hasta 15 kilómetros en la del litoral y de 13 en la de Dalt. Más de 1.600 mossos d'esquadra participaron en la operación.

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Los 625.000 vehículos que se desplazaron ayer provocaron problemas circulatorios desde media tarde. Las retenciones empezaron a primeras horas de la tarde y a las 18.00 comenzaron los atascos. La baja velocidad en algunos tramos, unida al despliegue de los Mossos d'Esquadra, hizo que a primeras horas de la noche no hubiera que lamentar víctimas, según el Servicio Catalán de Tráfico.

En el área de Barcelona, donde las autoridades de Tráfico calculan que 525.000 conductores dejaron sus lugares de residencia, la vía con más retenciones fue la Ronda de Dalt, donde hubo 13 kilómetros de colas en dirección al Llobregat (de la avenida de la Meridiana a la Diagonal) y más de 11 kilómetros en dirección al Besòs (de la Diagonal al Nudo de la Trinitat).

La autopista AP-7 era alrededor de las 20.00 horas la que presentaba complicaciones para salir de Barcelona. Pasadas las 18.00 horas, en la AP-2 había colas de 14 kilómetros entre Sant Andreu de la Barca y Martorell hacia Lleida.

Las carreteras que van hacia la costa empezaron a colapsarse a últimas horas de la tarde. La C-31, que une Sitges y Castelldefels, registraba atascos de 15 kilómetros. La C-32, hacia el Maresme y la Costa Brava, presentaba retenciones en la zona de Mataró, donde había una fila de coches de nueve kilómetros.

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Cuello de botella

Las áreas próximas a Girona y Tarragona también sufrieron colas desde media tarde. La carretera C-33 registró retenciones de 12 kilómetros en dirección a Girona a la altura del Mollet del Vallès. En Tarragona, la operación salida no fue especialmente complicada. La AP-7, la vía que tradicionalmente más se colapsa y en la que acostumbra a haber retenciones de más de 30 kilómetros, ayer únicamente sufrió colas de cinco kilómetros desde las cinco de la tarde.

El peaje de Tarragona fue de nuevo el cuello de botella para los miles de vehículos que se desplazaron desde Barcelona hacia el sur, aunque en esta ocasión las previsiones del Servicio Catalán de Tráfico se cumplieron y, al margen de los cinco kilómetros de colas durante la tarde, tan sólo hubo tráfico intenso a la altura de Roda de Barà, unos kilómetros antes de llegar al peaje. Otra carretera que registró importantes retenciones fue la N-340, aunque Tráfico no disponía de datos sobre esta vía, informa Oriol Aymí.

Sin embargo, no en todas las vías se produjeron retenciones. En la Gran Via a la altura de la plaza de Ildefons Cerdà y hasta el hospital de Bellvitge se circulaba con fluidez a media tarde. Con posterioridad se produjeron colas en los laterales de esta avenida (en el centro se están realizando obras). A última hora, se habilitaron cuatro carriles de salida de Barcelona, lo que facilitó la circulación.

El Departamento de Interior de la Generalitat estableció 214 puntos de control de alcoholemia y 91 de velocidad mediante radar móvil.

Para hoy se prevé uno de los días del año con más concentración de coches, por lo que el Servicio Catalán de Tráfico pidió que se extreme la precaución.

Las autoridades hicieron un llamamiento a la prudencia en la carretera para evitar los accidentes. Con el despliegue de 1.622 mosos d'esquadra, 405 de ellos diariamente, unido al de los policías locales destinados por los ayuntamientos, un helicóptero de vigilancia y control, y 22 técnicos del centro de información, se pretende ayudar a reducir el número y la gravedad de los accidentes.

El año pasado se produjeron nueve muertes en accidentes de tráfico en carretera durante el puente de Sant Joan. El año anterior hubo 10 víctimas mortales y 2002 fue el más fatídico de los últimos años, con 13 fallecidos, según el Servicio Catalán de Tráfico.

Con vistas al regreso del puente, las autoridades recalcan que el próximo domingo los puntos más conflictivos serán la C-31 sur entre Castelldefels y El Prat de Llobregat, la B-23 entre las poblaciones de Sant Feliu de Llobregat y Barcelona, y la A-2 entre Sant Joan Despí y L'Hospitalet de Llobregat. También se consideran puntos problemáticos la C-33 entre Parets del Vallès y La Llagosta, y la C-31 norte entre Montgat y Sant Adrià de Besòs.

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