Tura remite al fiscal el informe anónimo sobre la situación de los Mossos denunciado por CiU

La consejera de Interior acusa a los nacionalistas de mentir y de practicar mal estilo político

La consejera de Interior, Montserrat Tura, atajó ayer de inmediato el embrollo sobre el documento anónimo que aboga por depurar la actual cúpula de la policía autonómica por su complicidad con el anterior Gobierno, de Convergència i Unió. Tura remitió el informe al fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, por si los hechos denunciados pudieran ser constitutivos de delito; asimismo lanzó duros ataques contra la oposición nacionalista, a la que acusó de juego sucio y de mentir. Los mandos de los Mossos salieron ayer al paso de las imputaciones que aparecen en el informe.

Tura no reprimió...

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La consejera de Interior, Montserrat Tura, atajó ayer de inmediato el embrollo sobre el documento anónimo que aboga por depurar la actual cúpula de la policía autonómica por su complicidad con el anterior Gobierno, de Convergència i Unió. Tura remitió el informe al fiscal jefe de Cataluña, José María Mena, por si los hechos denunciados pudieran ser constitutivos de delito; asimismo lanzó duros ataques contra la oposición nacionalista, a la que acusó de juego sucio y de mentir. Los mandos de los Mossos salieron ayer al paso de las imputaciones que aparecen en el informe.

Tura no reprimió ayer sus invectivas contra Convergència i Unió, que el pasado jueves en plena sesión del Parlament, desveló la existencia de un documento que, a su juicio, apuesta por iniciar una "caza de brujas" en la cúpula de mando de los Mossos d'Esquadra. La consejera, que mostró de nuevo su hastío por el contenido del informe, calificó el comportamiento de los nacionalistas de "maniobra sucia del peor estilo político" y los acusó de haber "roto el juego limpio" que hasta ahora imperaba en el Parlament y la "cortesía política". Y concluyó: "Artur Mas y Felip Puig deberían sentir auténtica vergüenza".

El ataque verbal no se quedó ahí. Montserrat Tura acusó al líder de CiU, Artur Mas, de haber mentido a la ciudadanía al afirmar el jueves por la noche en TV-3 que el informe había llegado a sus manos el día antes. Lo cierto es que CiU envió a Tura el documento acompañado de un acta notarial fechada el 27 de mayo. Los nacionalistas, que ayer se prodigaron en manifestaciones, no dijeron nada sobre este punto. Tampoco sobre el hecho de que los mandos a los que supuestamente había que depurar se mantienen en sus cargos o han sido ascendidos.

"¿Qué han hecho desde el pasado 27 de mayo sino elaborar una determinada estrategia para utilizar el documento contra el Gobierno?", se preguntó la consejera de Interior. "Es un documento anónimo y cobarde, un auténtico despropósito que no habría pasado de eso si una fuerza política no lo hubiera elevado a la categoría de conflicto nacional", se respondió.

Los nacionalistas de Convergència -Unió ha optado por la prudencia- no dieron tregua ayer al Gobierno por este tormentoso asunto. Piensan aprovecharlo en beneficio de su oposición política, como ya hicieron con el documento sobre la situación de los medios de comunicación en Cataluña. De momento, no obstante, han evitado pedir dimisiones.

Ayer volvieron a la carga dialéctica Artur Mas, Felip Puig y el portavoz convergente, David Madí, ex secretario de Comunicación que dimitió por el escándalo de la falsificación de encuestas.

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Artur Mas conminó a Tura a investigar si los autores del polémico texto son "gente vinculada al Partit dels Socialistes de Catalunya" y denunció una posible dejación de la consejera al no actuar cuando lo recibió en enero de 2004. "Esto abre sospechas e interrogantes", destacó el jefe de la oposición parlamentaria. "Me temo que no lo investigó porque ya sabía lo que podía haber detrás y se intentó tapar", denunció. Su compañero de filas Felip Puig reclamó a Tura que desvele la "trama que puede haber detrás" del contenido del informe.

El terremoto político cayó como un jarro de agua fría en el cuerpo policial de los Mossos, en un momento en que su prestigio se ha visto dañado por los incidentes de Berga. Para atajar posibles consecuencias y frenar el desánimo, varios altos cargos de la policía autonómica enviaron un comunicado interno en el que reiteran su servicio a Cataluña y que mantienen estos valores "con independencia de los cambios políticos". La Asociación Profesional de la Escala Superior lamentó que el debate político pueda afectar a la "credibilidad, imagen y autoridad moral" del cuerpo, y denunció que el documento es una sucesión de "falsedades e infamias".

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