Luisa Etxenike quiere editar el disco que aparece en su novela 'Los peces negros'
La escritora Luisa Etxenike (San Sebastián, 1967) trabaja en convertir en realidad las canciones que aparecen en la ficción de su última novela, Los peces negros. El disco de su personaje inventado, se podrá tocar y escuchar. El proceso es lento - "una producción artesanal", dice su autora- para no traicionar la identidad que tiene sobre el papel.
Los peces negros (Bassarai), la cuarta novela de Etxenike,
habla de las huellas de la violencia. Los peces de los que habla el título son negros si son vistos desde arriba, pero cuando se mueven tienen un perfil plateado. ...
La escritora Luisa Etxenike (San Sebastián, 1967) trabaja en convertir en realidad las canciones que aparecen en la ficción de su última novela, Los peces negros. El disco de su personaje inventado, se podrá tocar y escuchar. El proceso es lento - "una producción artesanal", dice su autora- para no traicionar la identidad que tiene sobre el papel.
Los peces negros (Bassarai), la cuarta novela de Etxenike,
habla de las huellas de la violencia. Los peces de los que habla el título son negros si son vistos desde arriba, pero cuando se mueven tienen un perfil plateado. También su novela tiene dos planos: un personaje lucha por librarse de la marca dejada por la violencia y labrarse un destino propio, con nuevos espacios para la felicidad; otro personaje, muy joven, se cruza en la historia, y descubre la fascinación del amor. El primero es oscuro mientras que el segundo muestra la cara luminosa, como el lado plateado de los peces negros.
Etxenike, que ayer presentó su novela en los actos de inauguración de los nuevos locales del Instituto para la Promoción de Estudios Sociales (IPES), de Pamplona (Tejería, 28), dice que se planteó la obra como la representación de una lucha, "como la pesca, que es una pelea, un engaño, una metáfora perfecta de la violencia".
La búsqueda de la manera adecuada para contar la historia fue la parte más trabajada del libro. "Inventar una historia es fácil", señala. "Lo complicado es que la forma sea la piel última que se ajusta perfectamente".