Público de costumbres fijas y reacio al cambio

"Las cosas aquí avanzan poco a poco. Si les enseñas cómo entrar en la página web de Isabel Pantoja, al día siguiente volverán porque se sienten seguros en ella. El miedo es humano". Antonio Segura explica que sus alumnos se desorientan con facilidad al navegar por primera vez a través de la red. Atiende con paciencia infinita a sus alumnos más mayores e inseguros, tanto como a los imberbes que todo lo creen saber.

Ante el rechazo y miedo que siempre produce la tecnología, la estrategia es vender diversión. Para que nadie se quede fuera de la última revolución, las administracio...

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"Las cosas aquí avanzan poco a poco. Si les enseñas cómo entrar en la página web de Isabel Pantoja, al día siguiente volverán porque se sienten seguros en ella. El miedo es humano". Antonio Segura explica que sus alumnos se desorientan con facilidad al navegar por primera vez a través de la red. Atiende con paciencia infinita a sus alumnos más mayores e inseguros, tanto como a los imberbes que todo lo creen saber.

Ante el rechazo y miedo que siempre produce la tecnología, la estrategia es vender diversión. Para que nadie se quede fuera de la última revolución, las administraciones públicas venden Internet y procesadores de texto en el mismo paquete junto a los más atractivos juegos en red y videoconsolas.

"Nos encontramos en un momomento francamente dulce, donde el tirón de la sociedad de la información se verá claramente". Enrique Bonet, director territorial de Telefónica, organizadora de la carpa, es más que optimista respecto al auge de las nuevas tecnologías. Bonet destaca que a diferencia de otras comunidades, Andalucía dispone en sus carpas del software libre Guadalinex y ayer en las pantallas no aparecía el icono tan extendido del Internet Explorer.

Del grupo de inmigrantes que acudió ayer a la carpa, Segura y su compañera monitora destacaron al unísono: "Hemos tenido sudamericanos, africanos y todos escuchaban con gran atención. Eso sí, los chinos eran los mejores, y en realidad ninguno de ellos necesitaba ningún cursillo". Estos monitores intentan concentrar la atención de los colectivos que van y vienen por la carpa y que con frecuencia se dispersan.

Y es que opiniones hay para todos los gustos. Mónica Ortega, monitora de la carpa gratuita que estará hasta el próximo miércoles, decía un tanto descreída al ser interrogada: "Estamos aquí para acercar a los pequeños al mundo éste de las tecnologías, éste que está tan de moda...".

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