Barça-'peace-team'

"Sí, sí , pero que el Barça alinee a Eto'o y a Ronaldinho", le pidió ayer en Tel-Aviv el viceprimer ministro israelí Simón Peres al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, durante la visita que inició a Israel, Palestina y Jordania. Y es que Maragall, quizá incentivado por el vendaval de expectación que levantó el martes de la pasada semana la visita del madridista Ronaldo por Ramala y Herzlia, acudió a la reunión con el dirigente laborista israelí con el proyecto de que el Fútbol Club Barcelona se enfrente este verano a un combinado palestino-israelí.

La selección de Oriente Pr...

"Sí, sí , pero que el Barça alinee a Eto'o y a Ronaldinho", le pidió ayer en Tel-Aviv el viceprimer ministro israelí Simón Peres al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, durante la visita que inició a Israel, Palestina y Jordania. Y es que Maragall, quizá incentivado por el vendaval de expectación que levantó el martes de la pasada semana la visita del madridista Ronaldo por Ramala y Herzlia, acudió a la reunión con el dirigente laborista israelí con el proyecto de que el Fútbol Club Barcelona se enfrente este verano a un combinado palestino-israelí.

La selección de Oriente Próximo llevará en sus camisetas la leyenda The Peace Team y el partido se celebrará en el Camp Nou durante la primera quincena de agosto. Y se jugará en esas fechas porque la otra alternativa que Maragall sugirió -la primera quincena de junio- el campeón de Liga no podía alinear a su equipo de lujo: al pichichi Samuel Eto'o o al admirado Ronaldinho, que no ha logrado desbancar a Ronaldo pero cuya popularidad crece vertiginosamente. Cada semana en Israel se sigue con pasión la Liga española y se retransmiten hasta tres partidos. Especialmente popular es el Racing de Santander, que acoge en sus filas a tres jugadores procedentes de la cantera del Peace Team: Benayoun, Dudú Aouate y Afek. Y es que en el fútbol, por lo menos en ese terreno, Palestina le ha ganado la mano a Israel. Los mejores jugadores, reconocen los expertos judíos locales, son los árabe-israelíes, eufemismo con el que se conoce a los palestinos con ciudadanía israelí.

El partido del Camp Nou, patrocinado por TV-3 y se espera que de retransmisión masiva, contará con espectadores de excepción. Nelson Mandela o el ex presidente Bill Clinton es muy probable que se sienten junto a otras personalidades en las gradas para dar solemnidad a esta iniciativa por la paz, cuyos fondos irán destinados a la fundación Simón Peres y la que lleva el nombre de Ernest Lluch, ex ministro de Sanidad asesinado por ETA. Los últimos detalles sobre el encuentro fueron cerrados en la tarde del miércoles entre Maragall y el presidente del Barcelona, Joan Laporta. La mediación corrió a cargo del publicista Lluís Bassat, un hombre con muy buenas relaciones en Israel y en el Barça, que encabezó una candidatura rival de Laporta en las pasadas elecciones a la presidencia del Barça. Bassat llevaba dos años tratando de hacer realidad este proyecto. El fútbol parece haberse revelado como un bálsamo en esta región golpeada por la guerra.

Con la celebración del partido, Maragall ha dado un paso más en su intención de visualizar su equidistancia entre israelíes y palestinos y mostrar sus buenos oficios para el éxito de la conferencia euromediterránea que en noviembre tendrá como escenario Barcelona. Contagiado de este espíritu conciliador y prudente, el líder de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod, que acompaña al presidente catalán, recurrió a la diplomacia al ser preguntado si vería con buenos ojos un diálogo entre Hamás y el Gobierno israelí: "No haré ningún comentario, ya lo resolverán ellos de la forma que consideren más adecuada; ya cubro mi contingente en esta materia con afirmaciones relativas al Estado español, no lo compliquemos más".

Y es que el fútbol puede acercar más puntos de vista a favor de la paz que el hecho de compartir filas en la Internacional Socialista, o haber sido ex alumnos de la neoyorquina New School for Social Research. Como sucede con Peres y Maragall.