Líderes religiosos chiíes llaman al fin de la violencia sectaria en Irak

La principal autoridad religiosa chií, el ayatolá Alí al Sistani, y el clérigo radical Muqtada al Sáder, que encabezó una revuelta contra EE UU, hicieron ayer llamamientos contra la violencia sectaria en Irak, después del descubrimiento de 25 cadáveres de suníes en Bagdad. "Las fuerzas de ocupación quieren sembrar la división en el pueblo iraquí. Pero no hay chiíes ni suníes, sino sólo iraquíes", dijo Al Sáder, que encabezó dos revueltas contra EE UU, en su primera comparecencia ante la prensa en un año.

Tras una entrevista con el gran ayatolá Alí al Sistani, el primer ministro iraquí, ...

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La principal autoridad religiosa chií, el ayatolá Alí al Sistani, y el clérigo radical Muqtada al Sáder, que encabezó una revuelta contra EE UU, hicieron ayer llamamientos contra la violencia sectaria en Irak, después del descubrimiento de 25 cadáveres de suníes en Bagdad. "Las fuerzas de ocupación quieren sembrar la división en el pueblo iraquí. Pero no hay chiíes ni suníes, sino sólo iraquíes", dijo Al Sáder, que encabezó dos revueltas contra EE UU, en su primera comparecencia ante la prensa en un año.

Tras una entrevista con el gran ayatolá Alí al Sistani, el primer ministro iraquí, Ibrahim al Yafari, aseguró que el clérigo más influyente para la comunidad chií iraquí le había transmitido un llamamiento a la "fraternidad" entre chiíes (que representan el 60% de la población de Irak) y suníes (un 20%, pero que mantuvieron el poder hasta la caída de Sadam).

"El gran ayatolá ha insistido en la fraternidad entre chiíes y suníes y en la necesidad de que nuestros hermanos suníes participen en la redacción de la Constitución", declaró Yafari a la prensa después de encontrarse con Sistani en la ciudad santa de Nayaf.

46 nuevos asesinatos

El fin de semana fueron descubiertos en diferentes puntos de Irak 46 cadáveres de personas asesinadas, en algunos casos decapitadas o brutalmente mutiladas. Según dirigentes suníes, 25 de esos cuerpos, que aparecieron el domingo en Bagdad, pertenecen a miembros de esta comunidad. Adnane Salame al Dulaimi, responsable del Waqf, el organismo que se ocupa de los bienes religiosos suníes, acusó a las fuerzas de seguridad iraquíes. "Todo el mundo sabe cómo actúan la policía, el Ejército y los comandos del Ministerio del Interior", afirmó Dulaimi. El Ministerio de Defensa ordenó una investigación.

Estas declaraciones se producen un día después de la visita sorpresa a Irak de la secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, que hizo un llamamiento al nuevo Gobierno iraquí, de mayoría chií, para una mayor integración de los suníes en la administración pública y en la vida política. Rice calificó ayer en Shannon (Irlanda) de "muy positivos" sus encuentros con dirigentes iraquíes. La secretaria de Estado se mostró muy dura con Siria y acusó a este país de permitir la entrada en Irak de "terroristas extranjeros". "La falta de voluntad de los sirios de ocuparse de los que cruzan la frontera para ir a Irak es muy frustrante", dijo.

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Los ataques de la insurgencia, dirigidos sobre todo contra militares iraquíes, causaron ayer al menos 18 muertos. Los atentados más graves tuvieron lugar en la ciudad norteña de Mosul, donde un suicida mató a cinco uniformados al estrellar su coche contra un control militar, y en Baiji, 200 kilómetros al norte de Bagdad, donde un ataque con bomba contra un convoy de soldados causó seis muertos, dos de ellos civiles.

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