OPINIÓN DEL LECTOR

¡Qué vergüenza!

El pasado día 2 de mayo visité el pequeño cementerio de la Florida en el parque de Rosales, junto a la Escuela de Cerámica, que sólo está abierto los días 1 y 2 de mayo. Este entrañable lugar tan unido a la memoria de Madrid, cuya fiesta está basada en su recuerdo, y a la obra de Goya, ofrece un aspecto penoso.

El mínimo edificio que parece que quiso ser capilla es muy pobre, está mal conservado y tiene un acceso difícil. Ahora bien lo peor está en la entrada al jardincillo: una lápida de la Junta Municipal de Moncloa tiene letras y números caídos; una modesta losa en el suelo que dice ...

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El pasado día 2 de mayo visité el pequeño cementerio de la Florida en el parque de Rosales, junto a la Escuela de Cerámica, que sólo está abierto los días 1 y 2 de mayo. Este entrañable lugar tan unido a la memoria de Madrid, cuya fiesta está basada en su recuerdo, y a la obra de Goya, ofrece un aspecto penoso.

El mínimo edificio que parece que quiso ser capilla es muy pobre, está mal conservado y tiene un acceso difícil. Ahora bien lo peor está en la entrada al jardincillo: una lápida de la Junta Municipal de Moncloa tiene letras y números caídos; una modesta losa en el suelo que dice algo de lo que pasó allí está partida; en el jardincillo hay restos de obra; un cartel a la entrada está oxidado y desclavado; los muros están desconchados.

¿Qué estado tendría esto si estuviera en Francia?

La Comunidad, el Ayuntamiento o la Junta Municipal, ¿no pueden gastarse unos pocos euros de los que despilfarran en obras de dudosa necesidad en mejorar y adecentar este lugar? Alguien a mi lado comentó que si costara millones ya se habría proyectado y realizado. ¡Qué vergüenza.

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