"Tiene que haber algún cambio en la legislación y en las actitudes"

Rafael Navas, consejero mayor de la Cámara de Cuentas, destaca que los ayuntamientos que menos rinden son los más pequeños y defiende introducir mejoras legales y un cambio en las actitudes para mejorar la situación.

Pregunta. El número de ayuntamientos que rindió sus cuentas en 2002 ha pasado de 555 a 532. ¿Por qué?

Respuesta. La rendición de cuentas tiene algunos factores de aleatoriedad que dependen del devenir político de la Corporación en cada caso y en cada ejercicio. La rendición de cuentas en Andalucía está en torno al 70%, pero la tendencia es buena porque ...

Rafael Navas, consejero mayor de la Cámara de Cuentas, destaca que los ayuntamientos que menos rinden son los más pequeños y defiende introducir mejoras legales y un cambio en las actitudes para mejorar la situación.

Pregunta. El número de ayuntamientos que rindió sus cuentas en 2002 ha pasado de 555 a 532. ¿Por qué?

Respuesta. La rendición de cuentas tiene algunos factores de aleatoriedad que dependen del devenir político de la Corporación en cada caso y en cada ejercicio. La rendición de cuentas en Andalucía está en torno al 70%, pero la tendencia es buena porque hace ocho o diez años era del 60%. Estamos en un porcentaje de suspenso, casi aprobado. Hay que considerar dónde se produce el mayor índice de falta de rendición, que es en los ayuntamientos de menos de 5.000 habitantes. Ahí está el grueso de la no rendición. Es un triste consuelo, sobre todo para los vecinos de esos municipios. Espero que con una serie de instrumentos que se están impulsando por parte de las Diputaciones y de la Cámara de Cuentas, como la rendición telemática o las nuevas tecnologías, consigamos que la falta de rendición sea anecdótica.

P. Otro fenómeno ya casi endémico es el retraso en la rendición de cuentas.

R. Sí. Desgraciadamente, los plazos de los hitos presupuestarios no se cumplen casi de forma sistemática. Ni el presupuesto se aprueba en el momento en que debe aprobarse, ni se liquida cuando debe liquidarse, ni se aprueba la cuenta general cuando debe aprobarse y, por tanto, no se rinde la cuenta general en los plazos previstos en la legislación. Hay un estudio del Tribunal de Cuentas del Estado que aporta posibles soluciones a estos males y se pronuncia a favor de simplificar los documentos presupuestarios sobre todo en las corporaciones pequeñas. Lo cierto es que el principio de autonomía local da lugar a una situación donde la política lo utiliza todo. Incluso la aprobación o no del presupuesto en su momento depende de factores políticos. Esto, la verdad, hace que se resientan las previsiones legales respecto a los momentos fundamentales de la gestión presupuestaria. Alguna modificación tendrá que haber en la legislación y en las actitudes, respecto al rigor y la seriedad con la que deben ser llevados estos asuntos.

P. ¿Qué cambios pueden hacerse?

R. Uno de los documentos más importantes que se aprueba cada año es el presupuestario, que está sometido a las tensiones políticas que estén presentes en cada corporación. Pero habría que buscar fórmulas que permitieran que estos asuntos se sustrajeran al debate político más inmediato.

P. ¿Qué consecuencias tiene la falta de información para conocer la situación real del sector público local?

R. El hecho de que falte la rendición del 30% de ayuntamientos no resta valor a la información financiera que ofrece la Cámara de Cuentas porque el informe se refiere a más del 95% de los recursos públicos gestionados por los ayuntamientos. Los que han entregado sus cuentas acogen al 86% de la población.