SOS Racisme detecta un aumento de infraviviendas entre los inmigrantes

La entidad critica los problemas que tienen para acceder a pisos

Precios elevados, viviendas sin cédula de habitabilidad, casas subarrendadas en condiciones inhabitables o saturación por exceso de inquilinos por piso son algunos de los problemas a los que se enfrentan buena parte de los inmigrantes que buscan piso. SOS Racisme, en su informe anual, denunció ayer el aumento de situaciones de este tipo así como "el ruido" cada vez mayor de las organizaciones de extrema derecha.

En el informe que cada año elabora la organización antirracista no faltan las denuncias remitidas por víctimas de problemas laborales, como impagos o pago de salarios inferiores...

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Precios elevados, viviendas sin cédula de habitabilidad, casas subarrendadas en condiciones inhabitables o saturación por exceso de inquilinos por piso son algunos de los problemas a los que se enfrentan buena parte de los inmigrantes que buscan piso. SOS Racisme, en su informe anual, denunció ayer el aumento de situaciones de este tipo así como "el ruido" cada vez mayor de las organizaciones de extrema derecha.

En el informe que cada año elabora la organización antirracista no faltan las denuncias remitidas por víctimas de problemas laborales, como impagos o pago de salarios inferiores a los trabajadores inmigrantes. A ellos se suman los casos de trabajadores extranjeros que se encuentran sin contrato, circunstancias que se repiten durante los últimos años. Sin embargo, los responsables de la entidad Yolanda París y Francisco Solans destacaron ayer en la presentación del informe que agrupa las incidencias detectadas durante el año pasado que ha habido un incremento de quejas remitidas por afectados relacionadas con problemas de acceso a la vivienda. "Además de fijar precios muy elevados para inmigrantes o de negar la posibilidad a alquilar viviendas a extranjeros, se alquilan pisos que ni siquiera cuentan con la cédula de habitabilidad", apuntaba Paris. Junto a estas situaciones, a la organización no gubernamental le han remitido quejas de alquileres gestionados por subarrendadores de pisos o superpoblación en viviendas por un exceso de inquilinos forzado por los elevados precios.

Otro de los aspectos destacados por SOS Racisme es el incremento de visibilidad de los grupos neonazis o vinculados a la extrema derecha, especialmente de España 2000 en Valencia. "Este año han hecho más ruido que otros", apuntaron desde la entidad, aunque comentaron que pese a haberse reorganizado, cuentan con un apoyo social muy bajo y siguen siendo muy minoritarios.

Junto a estas cuestiones, que se encuentran entre las más destacadas en la Comunidad Valenciana, París destacó otras, comunes a toda España, entre las que está la discriminación al pueblo gitano, "el gran olvidado", una constante que se repite de tal forma que "estamos tan acostumbrados a esta situación que este racismo no se valora como se debería". También destacó el incremento de menores inmigrantes a los que en numerosas ocasiones no se les presta la tutela que se debería desde los organismos públicos y que al llegar a la mayoría de edad engrosan las filas de los sin papeles con un sombrío futuro personal y profesional debido a la falta de documentación. La organización antirracista recordó la vulneración de derechos de los polizones que llegan al puerto de Valencia a quienes, señalaron, no se les ofrece apoyo legal, o los problemas que se derivarán de la Constitución europea que "insiste en asociar ciudadanía con nacionalidad y no con residencia".

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