Saura ofrece negociar a Mas

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"Todo es negociable", dijo ayer el consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, refiriéndose a la prevista segunda cumbre de los líderes políticos catalanes sobre la reforma del Estatut.

El consejero aludía al contenido, el lugar, la duración y cuantos aspectos quieran debatirse acerca de esta cumbre. Pero lo que el Gobierno no considera negociable, afirmó, es la legitimidad del presidente Pasqual Maragall para convocarla, que es precisamente lo que el líder de la oposición y presidente del grupo de CiU, Artur Mas, impugna.

Saura pidió ayer a Mas que "no rompa las reglas del juego democrático", que han situado a unos partidos en el Gobierno y a otros en la oposición. "Le guste o no, Maragall es el presidente de la Generalitat", le recordó. Y el Gobierno catalán "no puede aceptar que alguien intente acabar con la legitimidad democrática del presidente". Recordó que el anterior titular del cargo, Jordi Pujol, convocó muy pocas veces a los demás líderes; pero cuando lo hizo, todos acudieron a la llamada.

Saura prevé que la ponencia parlamentaria finalice la redacción del proyecto de reforma, en primera lectura, en el plazo de dos o tres semanas. Consideró prudente que los grupos parlamentarios se concedan entonces una pausa de un par de semanas para estudiar el anteproyecto. Pero inmediatamente después será hora, dijo, de realizar esta cumbre para abordar la segunda lectura.