La nueva EPA hace aflorar casi un millón de nuevos empleos por la inmigración
Servicio doméstico, construcción y hostelería concentran el aumento de ocupados
La masiva entrada de inmigrantes en España ha introducido grandes cambios en el mercado laboral. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revisado la Encuesta de Población Activa (EPA), principal método para medir el empleo, para actualizar los datos de población, que se han quedado anticuados, y ha contabilizado 964.700 ocupados más y un incremento de 152.200 parados sobre lo estimado inicialmente para el último trimestre de 2004, casi todos extranjeros. La tasa de paro resulta dos décimas mayor que la calculada hace unos meses, hasta el 10,56%.
La composición de la población espa...
La masiva entrada de inmigrantes en España ha introducido grandes cambios en el mercado laboral. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revisado la Encuesta de Población Activa (EPA), principal método para medir el empleo, para actualizar los datos de población, que se han quedado anticuados, y ha contabilizado 964.700 ocupados más y un incremento de 152.200 parados sobre lo estimado inicialmente para el último trimestre de 2004, casi todos extranjeros. La tasa de paro resulta dos décimas mayor que la calculada hace unos meses, hasta el 10,56%.
La composición de la población española se ha transformado en los últimos años con la llegada de inmigrantes, que ya suponen casi un 8% de la población activa frente al 1,4% de 1996, según cálculos del INE. Desde 2002, en España se han registrado más de 1,8 millones de altas de extranjeros en el padrón, mientras que se han creado cerca de 1,9 millones de empleos. Este cambio "tremendo y inesperado", según explicó ayer la presidenta del INE, Carmen Alcaide, ha obligado a los expertos a poner al día la EPA y ofrecer una imagen más fiel del mercado laboral.
Y los estadísticos han empezado revisando los datos de la encuesta correspondiente al último trimestre de 2004, ya publicada, pero a partir de este año las cifras se actualizarán siempre. Tras los nuevos datos, adaptados también a las exigencias de la UE, la tasa interanual de crecimiento de empleo en el cuarto trimestre del año pasado revisada se sitúa en el 4,2%, frente al 2,7% anterior.
La revisión, que abarca las series estadísticas desde 1996 hasta 2004 y se ha realizado tomando el padrón como fuente para calcular la población, ha dado como resultado un aumento de 1.564.000 personas en edad de trabajar (mayores de 16 años). De ellas, 964.700 son ocupados; 152.200, parados, y 447.000, inactivos.
La tasa de actividad aumenta en casi siete décimas, hasta el 56,75%. En el capítulo de ocupados se han incorporado 995.800 extranjeros, mientras que los nacionales se han rebajado en 31.100; en los parados y en los inactivos, la inmensa mayoría son extranjeros.
Tanto la tasa de actividad como la de paro de la población extranjera son superiores a las de la población de nacionalidad española (76,32% frente a 55,13% en tasa de actividad, y 13,06% frente a 10,28% en lo que respecta al desempleo).
Servicio doméstico
La nueva estadística ofrece datos novedosos sobre dónde y en qué trabajan los inmigrantes que viven en España. Se están concentrando en unos sectores económicos muy concretos. La EPA actualizada con la entrada de extranjeros da como resultado unos aumentos de la ocupación de 534.400 personas en el sector servicios. Aquí destaca el incremento del número de ocupados en el servicio doméstico (162.500) y en la hostelería (137.700). Casi todos son trabajadores extranjeros.
En el mismo sentido, las nuevas cifras muestran un aumento de 237.100 personas ocupadas en la construcción, de 122.800 en la industria y de 70.500 en la agricultura.
Los empleados de nacionalidad extranjera se concentran en algunas comunidades autónomas. Las estadísticas ponen de manifiesto que Madrid y Cataluña concentran más de la mitad del aumento de ocupados (283.600 y 229.700 ocupados más, respectivamente). En términos relativos, Baleares (12,9%), Murcia (12,1%) y Madrid (11,5%) registran los mayores incrementos.
El crecimiento de la población y de los ocupados tendrá una incidencia positiva en el crecimiento del producto interior bruto a partir de ahora, según Carmen Alcaide, quien no se atrevió a cuantificarlo. Los expertos prevén un efecto reducido, de entre una y dos décimas.