¿Cuánto debemos?

El nivel del endeudamiento de los hogares constituye una preocupación, no sólo para los endeudados, sino para todo aquel que sigue la economía española. Sin embargo, las lecturas que pueden darse a esta variable son diversas y, hasta cierto punto, contradictorias.

Si bien algunas variables como el nivel de endeudamiento de las familias, comparado con su renta, siguen mostrando una tendencia ascendente que podría llevar a pensar en un cierto riesgo, otras lecturas no hacen ver tal riesgo y, por el contrario, parecen dar una visión global más optimista.

Por ejemplo, el nivel de ren...

El nivel del endeudamiento de los hogares constituye una preocupación, no sólo para los endeudados, sino para todo aquel que sigue la economía española. Sin embargo, las lecturas que pueden darse a esta variable son diversas y, hasta cierto punto, contradictorias.

Si bien algunas variables como el nivel de endeudamiento de las familias, comparado con su renta, siguen mostrando una tendencia ascendente que podría llevar a pensar en un cierto riesgo, otras lecturas no hacen ver tal riesgo y, por el contrario, parecen dar una visión global más optimista.

Por ejemplo, el nivel de renta dedicado al pago de la deuda de las familias se ha mantenido en niveles muy similares a lo largo de la última década, en torno a un 35%. Esta conclusión tampoco puede parecer sorprendente, en tanto que esta forma de evaluar la capacidad de pago constituye un criterio de selección de las entidades financieras, siendo por ello difícil que puedan superarse estos niveles de endeudamiento.

Los hogares españoles muestran un nivel de garantías muy holgado para su actual nivel de endeudamiento

Adicionalmente, si analizamos el nivel de riqueza de las familias, se aprecia que la principal riqueza es la inmobiliaria, que supone un 75% de los activos de los hogares. Los pasivos financieros (préstamos hipotecarios en su mayoría) de este conjunto de hogares, por su parte, suponen menos de un 15% de dicha riqueza inmobiliaria. Si tenemos en consideración este nivel, los hogares muestran un nivel de garantías muy holgado para su nivel de endeudamiento.

La principal crítica a estas cifras, por tanto, no puede venir por el análisis de las cifras globales de los hogares españoles, que presentan un nivel de garantías en activos inmobiliarios siete veces superior a la deuda bancaria y que, de media, dedican el 35% de su renta al pago de préstamos. La debilidad de estas cifras debe encontrarse en el análisis individual, que muestra que estas cifras vienen acompañadas por un problema de exclusión de determinados segmentos de población de la capacidad de obtener financiación bancaria y de la posibilidad de acceder al mercado inmobiliario.

Gloria Hervás y Enrique Martín son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas.