Luz sobre los olvidados
Vicente Romero lleva desde los tiempos de Vietnam metido en los desastres de la guerra, y se ha pasado décadas informando en TVE sobre las miserias de este mundo: es decir, intentando que se vea que esa catástrofe sin fin tiene responsables y podría por tanto tener algún remedio.
Como periodista en parajes poco acogedores, Romero sabe que los misioneros son una fuente inigualable de noticias y, sobre todo, de interpretación y perspectiva. Y, a base de frecuentarlos, ha ido encontrando entre ellos diversos héroes callados, que hacen nada menos que lo que tienen que hacer, sin preocuparse...
Vicente Romero lleva desde los tiempos de Vietnam metido en los desastres de la guerra, y se ha pasado décadas informando en TVE sobre las miserias de este mundo: es decir, intentando que se vea que esa catástrofe sin fin tiene responsables y podría por tanto tener algún remedio.
Como periodista en parajes poco acogedores, Romero sabe que los misioneros son una fuente inigualable de noticias y, sobre todo, de interpretación y perspectiva. Y, a base de frecuentarlos, ha ido encontrando entre ellos diversos héroes callados, que hacen nada menos que lo que tienen que hacer, sin preocuparse por las consecuencias. Fruto de ese trato intenso es este libro, subtitulado Historias de la lucha contra la injusticia, y donde una serie de hombres y mujeres ponen su granito de arena para paliar las desesperanzas de Etiopía, Ruanda, Camboya, Sierra Leona, Tailandia...
DONDE ANIDAN LOS ÁNGELES
Vicente Romero
Destino. Barcelona, 2004
326 páginas. 16 euros
La obra está llena de testimonios iluminadores, porque sus protagonistas son solventes y sensatos y esforzados tanto en lo que sueñan como en lo que van apañando contra el hambre, la ignorancia, las minas terrestres, los abusos. Además de esa lectura apasionante de retratos y peripecias, el libro ofrece otra subliminal: la que interroga oblicuamente al lector-ciudadano sobre el papel de los medios de información en países como el nuestro, donde lo que viven las tres cuartas partes de la humanidad sigue siendo materia periodística de orden secundario.