Reportaje:

Volver a hablar con voz natural

El 80% de los pacientes que han sufrido la extirpación de la laringe logra usar el esófago para articular palabras

Como mucha gente que fuma, Carles Puertas se levantó una mañana afónico. No le dio importancia, pensó que estaba acatarrado. Días después, al ver que la afonía no mejoraba, decidió ir al médico. Tras varios meses y diferentes pruebas, llegó el diagnóstico: cáncer de laringe. Como en el 98% de los casos, su cáncer era consecuencia de su adicción al tabaco.

Había que extirparle la laringe y las cuerdas vocales y, además, realizarle una traqueotomía -abertura en la parte anterior del cuello-, por lo que, entre otras consecuencias, iba a perder el habla. De la noche a la mañana su vida camb...

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Como mucha gente que fuma, Carles Puertas se levantó una mañana afónico. No le dio importancia, pensó que estaba acatarrado. Días después, al ver que la afonía no mejoraba, decidió ir al médico. Tras varios meses y diferentes pruebas, llegó el diagnóstico: cáncer de laringe. Como en el 98% de los casos, su cáncer era consecuencia de su adicción al tabaco.

Había que extirparle la laringe y las cuerdas vocales y, además, realizarle una traqueotomía -abertura en la parte anterior del cuello-, por lo que, entre otras consecuencias, iba a perder el habla. De la noche a la mañana su vida cambió radicalmente. La laringe interviene en funciones tan esenciales como la respiración, la deglución y la fonación, y su extirpación las altera completamente y ello tiene repercusiones sobre la vida social, desde el trabajo a las relaciones personales.

Las personas operadas pueden emitir sonidos de nuevo mediante eructos controlados

Hoy Carles vuelve a hablar gracias a una técnica natural: la voz esofágica o erigmofónica. Tenía otras opciones, como la prótesis laríngea y el laringófono, pero ambas son artificiales, lo que implica la permanente dependencia de un aparato y la voz resultante es menos natural.

Pero conseguir una voz esofágica es mucho más difícil. La laringe se encuentra en el cuello entre la tráquea y la faringe, y se divide en varias zonas. En una de ellas, la glotis, están las cuerdas vocales. Al extirparla mediante cirugía -laringectomía total-, también se realiza una abertura en la cara anterior del cuello -llamada traqueostoma o estoma-, para que los afectados puedan respirar, toser, expectorar y volver a hablar, algo que es posible, a pesar del cambio anatómico. Es cuestión de reestructurar la función.

Sin laringe, el aire que se respira entra por el estoma abierto en el cuello y llega directamente a los pulmones. "Como no hay cuerdas vocales, la voz se tiene que producir por la vibración de otro órgano al paso del aire y ése es el esófago, en concreto la boca del esófago," aclara la logopeda Carmela Fortuny. Como la voz es natural y no requiere ningún tipo de prótesis o aparato, suele ser la primera opción que se aconseja a las personas laringectomizadas, unas 25.000 en España.

La técnica consiste en crear sonidos a partir de eructos controlados: "Se introduce el aire indispensable en el esófago, de forma discreta para evitar sonidos parásitos que dificulten la vocalización. Se deja escapar enseguida y así se hace vibrar la boca esofágica en un eructo controlado, que se articula también con los labios, la lengua y las cavidades de resonancia", explica la también logopeda Esther López. Para conseguirlo, "antes hay que lograr la independencia de soplo, es decir, controlar de manera independiente el aire que va a los pulmones, que sirve para respirar, y el que se toma por la boca y se utiliza para hablar".

Los especialistas recomiendan empezar a practicar cuanto antes tras la laringectomía. Sin embargo, los afectados suelen tener poca información al respecto y la sanidad pública se queda corta de recursos: dependiendo de la comunidad y de cada hospital, ofrece algunas sesiones de rehabilitación con especialistas - logopedas, foniatras-, pero acostumbran a ser insuficientes.

Una iniciativa de la Fundación La Caixa ha empezado a aliviar estas carencias. Dentro del Programa Sociedad y Cáncer de su Obra Social, la fundación acaba de presentar un curso de técnicas pedagógicas para monitores de personas laringectomizadas. Son las asociaciones de estos afectados -algo más de una cincuentena en España, distribuidas de manera irregular- las que se encargan de impartir los cursos de rehabilitación de la voz, y los monitores, aunque pueda sorprender, son personas voluntarias que también han sido laringectomizadas, porque entienden a la perfección el mecanismo de la rehabilitación del habla.

Para realizar el curso, la Fundación La Caixa se puso en contacto con el equipo de rehabilitación foniátrica y logopédica del Instituto Logopédico de la Corporación Fisiogestión, uno de los pocos centros concertados de España, en este caso con el Servicio Catalán de la Salud -encabezado por las logopedas Carmela Fortuny, directora del área de logopedia, y Esther López, coordinadora asistencial-, y monitores de varias asociaciones.

El curso se centra en técnicas terapéuticas y métodos para mejorar la calidad de la comunicación y en pautas de educación sanitaria. Esther López explica que visitaron varias asociaciones en Granada, Salamanca, Terrassa (Barcelona) y Girona para saber cómo se realizaban los cursos. Constataron que los monitores eran las personas adecuadas para enseñar la técnica, pero que se les podía ayudar aportando un programa de ejercicios de teoría y técnica.

A pesar de su complicación, se calcula que alrededor del 80% de las personas laringectomizadas pueden acabar hablando mediante la voz erigmofónica. Pero son muchos los factores que se deben tener en cuenta, en especial el estado físico y anímico de los pacientes. "Deben estar concienciados de que pueden volver a hablar, pero también deben aprender hábitos posturales correctos, a controlar la respiración y a relajar la musculatura facial y escapular", explica Carmela Fortuny. Ésta es la información y las pautas que se ofrecen en el material elaborado.

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