Gallardón quiere subir un 50% el impuesto de plusvalía a quien venda solares vacíos

La medida, incluida en el borrador de Ley Especial, pretende combatir la especulación

Primero fue el intento -frustrado- de subir el IBI a los dueños de casas vacías. Y ahora la guerra es contra quienes compra-venden solares sin edificar. El borrador de Ley Especial para Madrid elaborado por el equipo del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, propone modificar el impuesto de plusvalía -el que paga el propietario de un terreno o un inmueble cuando lo vende- para cobrar hasta un 50% más a quienes vendan solares vacíos. Se trata, según el gobierno municipal, de "combatir la especulación con el suelo". La medida debe ser autorizada por el Ejecutivo central.

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Primero fue el intento -frustrado- de subir el IBI a los dueños de casas vacías. Y ahora la guerra es contra quienes compra-venden solares sin edificar. El borrador de Ley Especial para Madrid elaborado por el equipo del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, propone modificar el impuesto de plusvalía -el que paga el propietario de un terreno o un inmueble cuando lo vende- para cobrar hasta un 50% más a quienes vendan solares vacíos. Se trata, según el gobierno municipal, de "combatir la especulación con el suelo". La medida debe ser autorizada por el Ejecutivo central.

El Ayuntamiento de Madrid ingresa cada año unos 200 millones de euros (para 2005 están presupuestados 220 millones) por el impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos, más conocido como impuesto de la plusvalía porque lo que grava es el beneficio que obtiene quien vende un bien inmueble. El año pasado se produjeron en Madrid 100.000 transacciones de este tipo, el 98% de las cuales correspondió a la venta de edificios o garajes, y sólo un 2% a la venta de terrenos, según datos de la Concejalía de Hacienda, que dirige el edil Juan Bravo.

Cada uno de esos 100.000 vendedores pagó, de media, al Ayuntamiento 1.800 euros por impuesto de plusvalía, un tributo que se calcula aplicando dos tipos sucesivos -y que varían en función de los años transcurridos- sobre el valor catastral del suelo. Primero, Hacienda multiplica el valor catastral por un tipo que va del 3,7% -si entre el momento en que se adquirió el solar y el momento en el que se revende ha pasado sólo un año- al 60% -si han transcurrido 20 años o más-; después, sobre ese resultado se aplica el segundo tipo: un 30% en el tramo de uno a cinco años, y un 29% de cinco años en adelante. Esa cantidad final (de promedio, 1.800 euros) es la que cobra el Ayuntamiento.

Pues bien, el borrador de Ley Especial para Madrid, en el apartado en el que reclama al Gobierno central más libertad en política fiscal, propone aplicar un recargo del 50% -sobre el monto final, es decir, sobre esos 1.800 euros de media, que se convertirían en 2.700- a quien venda terrenos sin edificar. "Se trata de penalizar a quien retiene el suelo para aumentar su precio y después especular con él. Y creemos que eso se da sobre todo entre quienes revenden terrenos sin edificar", explica Rosa Ana Navarro, directora general de Tributos.

Excepciones

La medida, tiene que ser debatida aún, como el resto del borrador de Ley Especial, con los grupos de oposición en el Ayuntamiento (PSOE e IU), con la Comunidad de Madrid y, sobre todo, con el Ejecutivo del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, que es quien tiene que dar el visto bueno a la futura normativa de la capital.

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Navarro avanza que, en caso de aplicarse finalmente la modificación del impuesto, Hacienda establecería "tramos distintos" para el recargo: los que hubieran retenido el suelo 10 años sin hacer nada con él, pagarían un plus mayor que los que llevasen cinco. También habría que "fijar excepciones" a ese castigo: por ejemplo, cuando el terreno poseído fuera fruto de una herencia. "En ese caso, el heredero no tiene culpa ninguna ni se le supone una intención especulativa", dice la directora general.

"El objetivo no es recaudatorio, sino político y social. El volumen de dinero que se recauda por la venta de terrenos es mínimo, y, además, tampoco estamos seguros de que un recargo del 50% disuada automáticamente a los especuladores. Pero es una línea por la que hay que ir: si se lucran reteniendo suelo, por lo menos que paguen a la ciudad algo más que el resto", argumenta Navarro.

La responsable de los tributos municipales sostiene que, según los datos de la Concejalía, el 25% del suelo de Madrid está aún sin edificar. "Y no sólo en la periferia de la ciudad: en el centro hay parcelas cuyos propietarios retienen sin construir para venderlas cuando suba su precio", afirma.

El artículo 67 del borrador de Ley Especial, que plantea esta modificación del impuesto, establece otra novedad: ahora, quien vende un inmueble antes de que transcurra un año desde que lo compró no paga nada. Con la propuesta que plantea la Concejalía de Hacienda, no sólo pagará, sino que se le aplicará un tipo de impuesto mayor que al resto: el 35% sobre el valor catastral.

"La intención es la misma: combatir la especulación. Precisamente quienes compra-venden casas en periodos inferiores al año son, muchas veces, quienes tienen un objetivo especulador más claro. Es absurdo que ese tramo no pague impuestos", señala Navarro. En todo caso, esta medida contará también con excepciones: no se cobrará a los dueños de inmuebles heredados aunque los vendan antes del año, y tampoco se aplicará el impuesto a los pisos que hubieran sido residencia habitual del vendedor.

Segundo intento

El concejal de Hacienda, Juan Bravo, asegura que la pretensión del Gobierno municipal de imponer un recargo del 50% sobre el impuesto de plusvalía a los vendedores de solares vacíos tiene un único objetivo: "Combatir la especulación". Eso mismo alegó el equipo del alcalde, Alberto de Ruiz-Gallardón, cuando, hace dos años, propuso subir un 50% el impuesto de bienes inmuebles (IBI) a los dueños de casas vacías que no las pusieran en alquiler.

Esa posiblidad, la de penalizar fiscalmente la posesión de pisos vacíos, estaba incluida en la nueva Ley de Haciendas Locales vigente desde enero de 2003, y había sido apoyada por todos los partidos. Ruiz-Gallardón la incorporó en marzo a su programa electoral y en octubre al primer proyecto de presupuestos de su mandato. Pero la retiró apenas un mes después, forzado por la dirección de su partido, el PP.

Los populares preconizaban en esos mismos días una política fiscal basada en la congelación de impuestos, y no vieron precisamente con buenos ojos que uno de los suyos, desde una institución tan importante como el Ayuntamiento de Madrid, aplicase la política contraria.

Después de cuatro semanas de tira y afloja, el entonces secretario general y hoy presidente del PP, Mariano Rajoy, se reunió con Ruiz-Gallardón y le dejó claro que debía rectificar. "No quiero que ninguna medida de mi equipo pueda entenderse en confrontación con mi partido", dijo el alcalde antes de retirar la medida del proyecto de presupuestos. Nunca ha pensado en recuperarla.

Las críticas no le llegaron sólo de su partido. La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Trinidad Jiménez, se mostró contraria a subir el IBI a los dueños de casas vacías, y lo argumentó así: "Ese gravamen no es progresista. No es un incentivo al alquiler, sino un castigo. Y es injusto castigar la posesión de una vivienda vacía: la mayoría de las veces no se trata de especuladores. El destino que se dé a los ahorros personales es un asunto particular. [Tener una casa vacía] es un derecho porque durante años ésta ha sido la única posibilidad de ahorro de los ciudadanos. Lo que hay que hacer es premiar, con beneficios fiscales, a quien ponga la vivienda en alquiler".

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