La Unión Europea suspende temporalmente sus sanciones a Cuba

La mayor parte de los disidentes censurala decisión de los ministros de Exteriores

La Unión Europea suspendió ayer temporalmente todas las sanciones adoptadas contra el régimen cubano en junio de 2003 y se propone ahora "mantener un diálogo constructivo con las autoridades" y también "desarrollar relaciones más intensas con la oposición pacífica", según el acuerdo alcanzado ayer por los ministros de Exteriores comunitarios.

El Gobierno checo, el que más se resistió a la flexibilización, insistió en que se revise la nueva postura en junio próximo en función de la democratización y el respeto a los derechos humanos en la isla. Por su parte, la mayor parte de los disiden...

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La Unión Europea suspendió ayer temporalmente todas las sanciones adoptadas contra el régimen cubano en junio de 2003 y se propone ahora "mantener un diálogo constructivo con las autoridades" y también "desarrollar relaciones más intensas con la oposición pacífica", según el acuerdo alcanzado ayer por los ministros de Exteriores comunitarios.

El Gobierno checo, el que más se resistió a la flexibilización, insistió en que se revise la nueva postura en junio próximo en función de la democratización y el respeto a los derechos humanos en la isla. Por su parte, la mayor parte de los disidentes cubanos criticaron con dureza la decisión.

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Los Gobiernos de la Unión ratificaron la posición común vigente desde 1996 que busca alentar una transición hacia el pluralismo, el respeto a los derechos del hombre y la libertades fundamentales y una mejora de las condiciones de vida del pueblo cubano. Pero renunciaron al castigo impuesto en 2003 tras una oleada de detenciones y tres fusilamientos. Entonces se decidió invitar a disidentes a las fiestas nacionales en las embajadas de la Unión, suspender las visitas de alto nivel y reducir el nivel de participación en actos culturales. La Habana reaccionó de inmediato y congeló las relaciones con los Veinticinco.

"Han sido medidas contraproducentes y faltas de eficacia", dijo ayer Miguel Ángel Moratinos, jefe de la diplomacia española, al presentar el cambio de estrategia. El punto más crítico, las invitaciones a los disidentes a las fiestas en las embajadas, no queda explícitamente recogido en las nuevas conclusiones, que sí se refieren a los otros dos. Es un asunto que queda abierto, aparentemente al criterio de cada Gobierno.

Europa va a insistir en la democratización, los derechos humanos y el Estado derecho "a través del diálogo con las autoridades", dijo Moratinos, quien se mostró convencido de que el régimen cubano dará pasos concretos en esos campos. A su juicio, la flexibilidad en la relación buscada por España ha dado frutos incluso antes de entrar en vigor, con la liberación de 12 de los 75 presos y el diálogo del Gobierno de La Habana con los embajadores europeos. "Yo miro al futuro con optimismo", señaló.

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Algunos disidentes cubanos calificaron la decisión de los ministros europeos de "error", otros de "política de apaciguamiento a una tiranía", mientras que los más conciliadores consideraron inteligente la estrategia de sustituir la confrontación por el diálogo.

El activista de derechos humanos Elizardo Sánchez comentó con ironía: "Ojalá tengan éxito quienes impulsan este cambio de política. Pero si seguimos sin resultados visibles y prácticos en materia de derechos humanos y de liberación de presos de conciencia, algunas cancillerías europeas estarían promoviendo una especie de capitulación frente a un régimen opresivo". A juicio de Sánchez, se trata de "una medida unilateral a cambio de nada".

En la misma línea, y con duras críticas al Gobierno español, se manifestó el coordinador del movimiento Todos Unidos, Vladimiro Roca: "No me sorprende lo ocurrido. Europa, por desgracia encabezada por España, continúa con la política de apaciguamiento de los las tiranías y regímenes totalitarios". En un comunicado difundido el fin de semana, el líder del Proyecto Varela, Oswaldo Payá, exigió la liberación de todos los presos políticos como condición innegociable para que Bruselas normalice sus relaciones con La Habana, y expresó su escepticismo por el carácter "temporal" de la medida.

El líder de Cambio Cubano, Eloy Gutiérrez Menoyo, por el contrario, saludó lo sucedido. "Es una política inteligente que permite establecer las bases de un dialogo constructivo. Pero la UE ahora debe de definir lo que es el apoyo a la oposición pacífica, pues algunos lo que están haciendo es alentar la confrontación".

La ministra de Exteriores de Austria, Ursula Plassnik, conversa con José Manuel Durão Barroso en Bruselas.REUTERS

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