Maragall y Bargalló acuerdan cauces para salvar sus diferencias, tras el plante de ERC al presidente

El pasado domingo, después de evaluar la marcha de los trabajos del Estatut, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y el conseller en cap, el republicano Josep Bargalló, mantuvieron una reunión en la que abordaron las diferencias que el pasado jueves culminaron con un plante de los consejeros de Esquerra a la conferencia del jefe del Gobierno catalán sobre el horizonte de 2005.

El contenido de la sesión apenas ha trascendido, si bien algunas fuentes gubernamentales dan por hecho que la situación se ha salvado con la voluntad por ambas partes de mejorar la coordinación...

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El pasado domingo, después de evaluar la marcha de los trabajos del Estatut, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y el conseller en cap, el republicano Josep Bargalló, mantuvieron una reunión en la que abordaron las diferencias que el pasado jueves culminaron con un plante de los consejeros de Esquerra a la conferencia del jefe del Gobierno catalán sobre el horizonte de 2005.

El contenido de la sesión apenas ha trascendido, si bien algunas fuentes gubernamentales dan por hecho que la situación se ha salvado con la voluntad por ambas partes de mejorar la coordinación entre los gabinetes de Maragall y Bargalló, así como la comunicación personal, con el fin de evitar futuras tensiones.

El entorno de Maragall estaba especialmente dolido la pasada semana por la ausencia de Bargalló de la conferencia del presidente, a la que desde hacía días había confirmado su presencia. Sin embargo, todo cambió en cuestión de horas. El hecho de que desde presidencia -a juicio de las fuentes de ERC- se diera a conocer el comité de sabios sobre la gestión de la red pública de televisión, así como la aparición de una información sobre que consejeros del PSC habían celebrado el dictamen del Consejo Consultivo que limita las competencias del conseller en cap enfurecieron a Bargalló, que, al final, optó por no acudir a la conferencia que el presidente pronunció en la Pedrera y que pretendía ser el cuaderno de bitácora del Gobierno catalán para 2005.

Oficialmente, la ausencia de Bargalló, así como de la consejera republicana de Bienestar y Familia, Anna Simó, obedeció a motivos de agenda. En realidad, la protesta republicana fue una respuesta a la laminación de competencias que sufre el entorno del conseller en cap por parte del entorno de Maragall, aseguran desde Esquerra. El propio Bargalló se siente marginado de algunas decisiones que se adoptan desde Palau y le conciernen en su calidad de segundo de a bordo del Gobierno que encabeza Pasqual Maragall. Ahora el objetivo desde ambas esferas es restablecer la confianza y que no se convierta en habitual lo que no es una crisis sino una situación cíclica que empieza a colmar el vaso de la paciencia política de los republicanos. Desde Esquerra se recuerda que gracias a sus votos existe hoy un gobierno de izquierdas y catalanista presidido por el socialista Maragall.

La reunión mantenida el domingo entre el presidente y el conseller en cap tendrá continuidad en fechas próximas para concretar medidas e intentar que el engranaje que ambos comparten y manejan desde despachos vecinos deje de chirriar.

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