La producción industrial registra el mayor aumento en cuatro años

La industria crece al mayor ritmo de los últimos cuatro años. El índice de producción industrial que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra un avance del 3,9% en noviembre respecto a un año antes. Esta cifra es la más alta registrada desde agosto de 2000. En octubre, la producción industrial experimentó un descenso interanual del 1,5%.

Aunque los analistas advierten de que la evolución mensual de este indicador es muy volátil, lo cierto es que el avance es sintomático de un empuje en la actividad industrial. En general, el alza es mayor de lo que esperaban los expert...

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La industria crece al mayor ritmo de los últimos cuatro años. El índice de producción industrial que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE) muestra un avance del 3,9% en noviembre respecto a un año antes. Esta cifra es la más alta registrada desde agosto de 2000. En octubre, la producción industrial experimentó un descenso interanual del 1,5%.

Aunque los analistas advierten de que la evolución mensual de este indicador es muy volátil, lo cierto es que el avance es sintomático de un empuje en la actividad industrial. En general, el alza es mayor de lo que esperaban los expertos. Algunos destacan que la evolución del índice refuerza la expectativa de un cambio en el modelo de crecimiento económico, más cimentado en la inversión productiva y algo menos en el consumo. Los bienes de equipo, los más indicativos de la inversión productiva, crecen por encima de la media, un 4,3%.

No obstante, estos mismos expertos señalan que el consumo no aporta síntomas de agotamiento, pues los bienes de consumo crecen también un 3,9%, y los de consumo duradero, un 2,4%. Esto hace pensar que la moderación del consumo, en caso de producirse, será más leve de lo esperado.

Dentro de los bienes, la partida que más avanza es la de energía (un 6,1%). Aunque está sujeta a variaciones, en este caso el aumento de la energía puede corresponder a las condiciones climatológicas. La llegada del frío en noviembre ha aumentado la demanda energética y, por tanto, la producción.

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