Zapatero afirma que las "reacciones inmovilistas" son un indicio de que la legislatura no se acortará

Fernández de la Vega acusa al PP de no aceptar que en España hay "una realidad plurinacional"

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dio ayer seguridades en el Congreso de los Diputados de que no habrá recorte de la legislatura por supuesta debilidad del Gobierno y falta de apoyos. Respondía el presidente a una pregunta del líder de IU, Gaspar Llamazares, que quería saber si pensaba anticipar el final de esta legislatura como afirmó el fin de semana el PP. Zapatero recibió el balón de la pregunta y lo remató mostrándose convencido de que "los pronósticos de la derecha no se van a cumplir", y aprovechó para agradecer el apoyo que otros grupos le vienen prestando.
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El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, dio ayer seguridades en el Congreso de los Diputados de que no habrá recorte de la legislatura por supuesta debilidad del Gobierno y falta de apoyos. Respondía el presidente a una pregunta del líder de IU, Gaspar Llamazares, que quería saber si pensaba anticipar el final de esta legislatura como afirmó el fin de semana el PP. Zapatero recibió el balón de la pregunta y lo remató mostrándose convencido de que "los pronósticos de la derecha no se van a cumplir", y aprovechó para agradecer el apoyo que otros grupos le vienen prestando.

Rajoy: "Seremos garantes de que no se hagan disparates sobre la soberanía nacional"

El presidente no ve fisuras en su situación política. Dijo que "el ritmo del Gobierno es el adecuado" y hasta aprovechó para contraatacar ya que, en su opinión, la mejor prueba de que el Ejecutivo lleva a cabo el proyecto de cambio prometido es la "reacción de determinados sectores inmovilistas, dentro y fuera de la Cámara".

Los apoyos que recibe, fundamentalmente de ERC y de Izquierda Verde, a los que no citó en ningún momento de forma expresa, los da por seguros el presidente; los agradeció y los convirtió en un activo para el balance político cuando dijo que "más allá de la necesidad numérica, forman parte" de sus "convicciones sobre la necesidad del pluralismo político en la sociedad española".

Llamazares acusó al PP de haber elegido una estrategia que "no es ya la de oposición sino la de desestabilización". A Zapatero le dijo que "en 2005 hay que levantar el vuelo" en las políticas sociales.

El líder del PP, Mariano Rajoy, preguntó a Zapatero por la postura del Gobierno sobre Gibraltar, acusándole de haber cedido al Gobierno gibraltareño el derecho de veto -a cambio de nada, dijo- en las conversaciones entre España y el Reino Unido sobre este asunto. Zapatero respondió asegurando que respecto a "las cuestiones de soberanía, el diálogo es únicamente entre España y el Reino Unido". Rajoy fue tajante: su partido "no acepta este acuerdo" y lo considera un "desprecio absoluto" hacia "la dignidad nacional".

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Y de la soberanía del Peñón saltó Rajoy a la nacional: "En España se habla en este momento demasiado de soberanía"; le dijo a Zapatero que "hace demasiadas concesiones y que "todo el mundo toma nota de su debilidad", y le advirtió: el PP "será garante de que no se hagan disparates en lo que se refiere a la soberanía nacional; sépalo usted". El aviso pareció claro: el PP no transigirá con ninguna modificación de las que se intuyen a través de los conceptos de "comunidad nacional" que se manejan en el País vasco y en Cataluña.

Para dejarlo claro, el secretario general del PP, Ángel Acebes, al preguntar después a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, le reprochó que el Ejecutivo "genere incertidumbre" porque, "mientras están avanzando en las instituciones planes secesionistas y rupturistas, el presidente del Gobierno de España discute que ésta sea una nación", y para ello exhibió testimonios de "destacados socialistas", sin citar a ninguno expresamente, que se han manifestado públicamente contra el concepto de "comunidad nacional" que socialistas vascos y catalanes postulan para sus respectivos estatutos.

Fernández de la Vega le acusó de "no aceptar que tenemos una realidad plurinacional", aunque le aseguró que "las reformas se harán con arreglo a lo establecido en la Constitución y con los límites que hemos marcado".

El portavoz popular en el Congreso, Eduardo Zapalana, siguió martillando en el mismo yunque, en su duelo dialéctico con la vicepresidenta del Gobierno. "Ya nos están preparando ustedes", le dijo, "sobre la irrelevancia que tiene el término nación o sobre la nueva configuración de España como nación de naciones".

Acebes y Zaplana preguntan a Fernández de la Vega todas las semanas. Como ella misma les reprochó ayer, suelen formular la misma pregunta, con distintas variantes, sobre incumplimientos o descoordinaciones que, a su juicio, cometen. La novedad de ayer es que a los anteriores se sumaron tres diputados más del PP. Ana Pastor introdujo otra variante. Le dijo a Fernández de la Vega que le hablaba "de mujer a mujer" y, pese a la dureza de sus críticas, la vicepresidenta le respondió diferenciándola, con mucha insistencia en lo personal, y repitiendo que si "prevaleciese su talante" sobre los más beligerantes del PP será posible el acuerdo sobre muchos asuntos.

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