Aulas para la interculturalidad

Kettani, Ali y Jaothara fueron ayer los protagonistas de la clase. Su música árabe, sus danzas, los pasteles y el té que ofrecieron a sus compañeros de aula sirvieron para conocer mejor la realidad de los países del Magreb, y disfrutar de una jornada de intercambio cultural.

Los alumnos del Instituto Público Virgen del Remedio de Alicante participaron en una jornada lúdica incluida en un proyecto de educación intercultural que desarrolla un grupo de 25 profesores del centro. "Si conoces la cultura de la gente te podrás llevar mejor", comentó Ali, que tiene 17 años, es marroquí y hace ci...

Kettani, Ali y Jaothara fueron ayer los protagonistas de la clase. Su música árabe, sus danzas, los pasteles y el té que ofrecieron a sus compañeros de aula sirvieron para conocer mejor la realidad de los países del Magreb, y disfrutar de una jornada de intercambio cultural.

Los alumnos del Instituto Público Virgen del Remedio de Alicante participaron en una jornada lúdica incluida en un proyecto de educación intercultural que desarrolla un grupo de 25 profesores del centro. "Si conoces la cultura de la gente te podrás llevar mejor", comentó Ali, que tiene 17 años, es marroquí y hace cinco que recaló en Alicante. Su compañero Kettani, de 16 años, aplaude este tipo de iniciativas que "permiten conocer cómo somos y facilita el entendimiento mutuo".

El barrio Virgen del Remedio, hacia el norte de Alicante, es un crisol de culturas. Más de 70 nacionalidades diferentes conviven en una zona con apenas 16.500 habitantes, de los que 3.500 son extranjeros. Una realidad que se hace notar también en el instituto, donde según explica su jefe de estudios, José Antonio Fernández Cabello, de los 800 matriculados, 115 son extranjeros, procedentes de 25 nacionalidades distintas; los más numerosos proceden de Marruecos, Ecuador y Colombia. "Así se integran y evitamos que en el recreo cada uno vaya por su cuenta", reconoce el profesor. Su compañera Ana Cristina Baidal es una de las impulsoras de este proyecto educativo basado en la interculturalidad, que ha recibido el apoyo de numerosas instituciones que están colaborando en las actividades, la docente asegura que los alumnos "si se conocen entre ellos se entenderán mejor, evitaremos guetos y conflictos futuros". Para trabajar en esta línea ayer prepararon tres talleres didácticos. En uno, los alumnos de 1º de ESO, es decir entre 12 y 13 años, aprendieron a hacer el típico amuleto árabe La mano de Fátima, en otro taller conocieron la secular tradición de la pintura de Henne, una especie de maquillaje que usan en las manos y brazos con un simbolismo purificador y desinfectante, según explicaron los profesores. Y luego también disfrutaron bailando, escuchando música tradicional, probando té y las monjábanas que habían preparado los alumnos árabes. Para completar el día la escritora Concha López Sarasua presentó su libro En el país de Meriem y conversó con los alumnos.

"No es una iniciativa aislada", explica Enrique Aragonés, profesor de Eduación Física y uno de los promotores de la idea, "las actividades interculturales se mantienen durante todo el curso". Así, por ejemplo, se han realizado ciclos específicos de cine, y otras actividades que durante este primer cuatrimestre versan sobre el continente africano.

Los profesores anuncian que para el segundo cuatrimestre los protagonistas serán los países del Este de Europa, y a final de curso todos los países latinoamericanos. Aunque en febrero está previsto celebrar una semana de la interculturalidad para dar a conocer los países de origen de estos alumnos.

Los pasillos del instituto están decorados con murales, fotografías y dibujos que han realizado los alumnos sobre estos países del Magreb, y como llega la Navidad cada estudiante ha diseñado y creado su propia postal de felicitación utilizando distintos idiomas y teniendo presente el mestizaje cultural y que la sociedad del futuro está llamada a ser intercultural.