Los rectores consideran que la reforma universitaria recoge sus peticiones

Los sindicatos de profesores CC OO y UGT reclaman un marco estable de financiación

El presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, Juan Vázquez, señaló ayer que la reforma universitaria que prepara el Gobierno "está dentro de la línea de lo que han venido demandando los rectores". También la Federación de Enseñanza de CC OO y UGT han aplaudido las medidas, aunque han pedido un marco estable de financiación. El secretario de Estado de Universidades, Salvador Ordóñez, señaló ayer que "sería un error" un sistema universitario tutelado y apostó por un "cierto grado de autorregulación dentro de unos límites".

La ministra de Educación, María Jesú...

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El presidente de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas, Juan Vázquez, señaló ayer que la reforma universitaria que prepara el Gobierno "está dentro de la línea de lo que han venido demandando los rectores". También la Federación de Enseñanza de CC OO y UGT han aplaudido las medidas, aunque han pedido un marco estable de financiación. El secretario de Estado de Universidades, Salvador Ordóñez, señaló ayer que "sería un error" un sistema universitario tutelado y apostó por un "cierto grado de autorregulación dentro de unos límites".

La ministra de Educación, María Jesús San Segundo, presentará hoy en Valencia un informe de principios generales sobre la reforma de educación superior en el pleno del Consejo de Coordinación Universitaria (donde participan los rectores, los responsables de la enseñanza universitaria de las comunidades autónomas y 21 miembros de reconocido prestigio). Dentro de unos meses, la reforma de la Ley Orgánica de Universidades (LOU)- que aprobó el gobierno del PP la legislatura pasada- entrará en el Parlamento. El objetivo del Gobierno es tenerla aprobada antes de 2005.

Entre otras medidas, el Gobierno quiere dar más libertad y autonomía a las universidades para decidir el sistema de elección del rector y el tiempo que estará en su cargo, incorporar a los estudiantes al Consejo de Coordinación Universitaria, eliminar el doble acceso de los alumnos a la Universidad (el PP establecía un reválida de bachillerato y posibles pruebas por facultades) y sustituir el sistema de habilitación actual por uno de acreditación para ser profesor universitario docente.

El secretario de Estado de Universidades, Salvador Ordóñez, explicó ayer que la LOU "atropelló" la autonomía de las universidades, por lo que insistió en la necesidad de flexibilizar la rigidez del sistema en campos como el acceso a la función pública docente. Además, señaló que la reforma que se haga de esta ley debe recoger planes de financiación "claros y concretos". Precisamente, un marco estable de financiación fue lo que reclamaron ayer los secretarios generales de la Federación de CC OO y UGT, José Campos y Carlos López Cortiñas, respectivamente. También pidieron tiempo suficiente para que se produzca un debate sobre la reforma en el que intervenga toda la comunidad universitaria.

En cuanto a la propuesta de dejar libertad a las universidades en sus estatutos para decidir el sistema de elección del rector y la duración de su mandato, ambos dirigentes coincidieron en señalar su "confianza por la autonomía" de los centros siempre que existan elementos de control.

Tanto CC OO como UGT se mostraron partidarios del sistema de acreditación para ser profesor universitario funcionario. "Creemos que los docentes deben acreditarse según sus méritos y no por una prueba sin más", señaló López Cortiñas.

Mientras, José Campos pidió que los baremos de acreditación sean "transparentes" y que estén previamente negociados con los sindicatos.

La Federación de Asociaciones de Estudiantes (FAEst) se mostró también a favor de la reforma. "Es un avance considerable la propuesta de recoger los derechos de los universitarios en un estatuto", dijo.

Fue más crítico el Sindicato de Estudiantes. Su secretario general, Juanjo López, señaló que Zapatero no había cumplido su promesa de derogar la LOU y que, por tanto, con esta reforma perduraría "la filosofía reaccionaria de querer elitizar la universidad pública".

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