Los partidos vascos rompen la unidad en torno a las víctimas de ETA

La Ponencia de Víctimas del Terrorismo de ETA, creada en el seno del Parlamento vasco, cerró ayer año y medio de trabajos con un sonoro fracaso, ya que la división ha reemplazado a la unanimidad que se logró en junio de 2003, cuando respaldaron una batería de 13 medidas para mejorar la situación de las víctimas. Sólo el tripartito que sustenta el Gobierno vasco, integrado por PNV, EA e IU, apoya el dictamen final.

Pese a ello, el tripartito ha decidido que el dictamen se vote primero en la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Vitoria y luego en pleno en el próximo periodo de ses...

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La Ponencia de Víctimas del Terrorismo de ETA, creada en el seno del Parlamento vasco, cerró ayer año y medio de trabajos con un sonoro fracaso, ya que la división ha reemplazado a la unanimidad que se logró en junio de 2003, cuando respaldaron una batería de 13 medidas para mejorar la situación de las víctimas. Sólo el tripartito que sustenta el Gobierno vasco, integrado por PNV, EA e IU, apoya el dictamen final.

Pese a ello, el tripartito ha decidido que el dictamen se vote primero en la comisión de Derechos Humanos de la Cámara de Vitoria y luego en pleno en el próximo periodo de sesiones, donde

PP, PSE y Unidad Alavesa se abstendrán, con lo que saldrá adelante.

Después del pacto alcanzado por unanimidad en junio del año pasado, los partidos no han sido capaces de seguir esa estela y mantener la unidad de acción. El desencuentro estaba cantado desde que el PP pusiera dos condiciones para sumarse al acuerdo y el tripartito las rechazara. Estos requisitos son: la disolución del grupo Sozialista Abertzaleak en el Parlamento y el final de las ayudas que concede el Gobierno vasco a los familiares de los presos de ETA para sus desplazamientos a las cárceles.

Dos cláusulas, que según indicó ayer el presidente de la ponencia, el peneuvista Iñigo Urkullu, nada tienen que ver con las verdaderas necesidades de las víctimas y que reflejan el "interés partidista" que hay detrás de ellas. Conocidas las insalvables diferencias con el PP, el tripartito intentó sumar al PSE al acuerdo. Sin embargo, los socialistas han optado también por la abstención porque un dictamen sin unanimidad no responde, a su juicio, a las demandas del colectivo.

Entre otras medidas, el dictamen propone la aprobación de la ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo, la puesta en marcha de programas de apoyo a las familias, un plan para educar en los valores democráticos, la creación de una ponencia permanente en el Parlamento vasco y la elaboración de un libro de estilo en la radio televisión pública vasca para que ejerza una pedagogía activa contra el terrorismo.

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