El presidente de Taiwan dimite como líder de su partido tras la derrota electoral

Los nacionalistas vencen a los defensores de la independencia de la isla

Chen Shui-bian, presidente de Taiwan, asumió ayer la derrota de los independentistas en las legislativas del pasado sábado y dimitió como presidente del Partido Democrático Progresista (PDP). "Acepto todas las críticas y la culpa por haber perdido las elecciones", dijo. Los nacionalistas liderados por el Kuomintang (KMT) se hicieron con la victoria, en contra de lo previsto, al lograr 114 escaños sobre los 225 de que consta el Parlamento.

El PDP y su aliado (el más extremista Unión para la Solidaridad de Taiwan) obtuvieron 101 escaños, una cifra, según reconoció el dirigente, "muy infer...

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Chen Shui-bian, presidente de Taiwan, asumió ayer la derrota de los independentistas en las legislativas del pasado sábado y dimitió como presidente del Partido Democrático Progresista (PDP). "Acepto todas las críticas y la culpa por haber perdido las elecciones", dijo. Los nacionalistas liderados por el Kuomintang (KMT) se hicieron con la victoria, en contra de lo previsto, al lograr 114 escaños sobre los 225 de que consta el Parlamento.

El PDP y su aliado (el más extremista Unión para la Solidaridad de Taiwan) obtuvieron 101 escaños, una cifra, según reconoció el dirigente, "muy inferior" a la que esperaba. Chen Shui-bian preveía alcanzar una clara mayoría que le permitiera redactar una nueva Constitución y sacar adelante la compra de armas a EE UU, por valor de 18.000 millones de dólares, que ha sido bloqueada por los nacionalistas. El KMT considera el montante demasiado elevado.

La dimisión no tendrá probablemente mucho efecto sobre las relaciones entre Taipei y Pekín. El presidente taiwanés dejó claro ayer que seguirá adelante con su agenda política, basada en tres objetivos: "la realización de la reforma democrática [es decir, el cambio de la Carta Magna], el impulso de la identidad taiwanesa y la promoción de Taiwan como una nación normal y completa". China, que considera Taiwan parte de su territorio, ha amenazado con un ataque si declara la independencia.

Chen reconoció, sin embargo, que tendrá que ser más humilde y reajustar sus pasos. Además de al excesivo número de candidatos y a la baja participación en los comicios (59%), voces dentro y fuera del PDP han culpado del fracaso al presidente por haber abordado iniciativas nacionalistas demasiado polémicas durante la campaña electoral. Esto, según afirman, decidió a algunos votantes a cambiar sus papeletas, temerosos de las consecuencias que podía tener para el frágil equilibrio del Estrecho una victoria de los independentistas.

Uno de estos votantes fue Deng You-lu, un taxista de 53 años. "En las presidenciales elegí a A-bian

[el apodo de Chen Shui-bian], pero ahora he votado a los azules . Yo nací en Taiwan, me siento taiwanés y quiero la independencia, pero no deseo la guerra", dice. Deng, cuyos padres nacieron en China, asegura que su mujer ha votado a los independentistas. "Pero no nos peleamos por ello", señala.

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Mientras algunos analistas creen que el resultado de las elecciones podría aplicar un poco de bálsamo a las encrespadas relaciones con China y atenuar la posibilidad de un conflicto armado, otros consideran que la situación seguirá estancada, y no prevén avances a corto plazo. En lo que sí coinciden es en que Chen tendrá que adoptar un tono más comedido. "Los electores han enviado una señal de moderación. Pero en la isla hay un sentido creciente de identidad nacional, que está ligado a su democratización. Veo difícil que se produzcan cambios por parte china. Chen deberá trabajar duro", dice Bruce Jacobs, profesor de Estudios Asiáticos en la Universidad Monash, de Australia. Chen Shui-bian accedió a la presidencia del PDP en julio de 2002, con objeto de controlar mejor al partido. Desde 2000 es presidente de Taiwan.

El Gobierno chino aseguró ayer a través del diario China Daily que la derrota de los independentistas "demuestra de forma clara la impopularidad de la obstinada actitud separatista del dirigente de la isla, que va en contra de la común aspiración de paz y estabilidad a través del Estrecho" y advirtió que "Chen debe tener bien presente que Pekín nunca comprometerá el principio de una sola China".

Chen Shui-bian saluda a militantes de su partido, ayer en Taipei.REUTERS

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