El festival de reciclaje creativo Drap Art arranca en Barcelona

Un conjunto de obras de Montenegro, forzadas a pasar control de radiactividad

"Lo que es basura para una persona es un tesoro para otra"afirma Tanja Grass, organizadora de Drap Art (www.drapart.org), un minifestival de reciclaje creativo que se inauguró ayer en el centro cultural Pati Llimona, en Barcelona. Allí hasta el 4 de enero se puede visitar la exposición Evil empire. Un encuentro con las huellas de la guerra, que recoge una selección de las obras realizadas durante el Recykl Art Fest de la Bienal de Cetinje, en Montenegro.

"Traer estas obras a España no fue nada fácil, incluso tuvieron que pasar un control para medir su nivel de radiactivida...

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"Lo que es basura para una persona es un tesoro para otra"afirma Tanja Grass, organizadora de Drap Art (www.drapart.org), un minifestival de reciclaje creativo que se inauguró ayer en el centro cultural Pati Llimona, en Barcelona. Allí hasta el 4 de enero se puede visitar la exposición Evil empire. Un encuentro con las huellas de la guerra, que recoge una selección de las obras realizadas durante el Recykl Art Fest de la Bienal de Cetinje, en Montenegro.

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"Traer estas obras a España no fue nada fácil, incluso tuvieron que pasar un control para medir su nivel de radiactividad", señala Grass. "Los organizadores de la bienal invitaron a ocho de los artistas que habían participado en el Maratón de Creación y Reciclaje de Barcelona Drap Art 97 y pusieron a su disposición una montaña de chatarra. Como no podía ser de otra manera, la mayor parte eran piezas bélicas, restos de tanques y proyectiles. Cuando, debido a las extrañas muertes de varios cascos azules, se disparó la alarma internacional sobre la posibilidad de que se hubiesen empleado bombas de plutonio, las obras se convirtieron en piezas potencialmente peligrosas. Por suerte, el examen de radiactividad resultó negativo", añade.

Desde el gran ventanal a pie de calle, las obras resultan perfectamente integradas en las ruinas de las antiguas murallas que las rodean. Se exponen junto a una selección de imágenes en blanco y negro que forman parte de un más amplio reportaje de Consuelo Bautista, fotógrafa colombiana afincada en Barcelona. Las fotos, que también se proyectan en una pantalla visible desde el exterior, explican "la historia de unos artistas que se presentaron desarmados ante los restos del imperio del mal y de su voluntad de provocar un cambio más allá de la trasformación creativa de la chatarra bélica".

Además en el Espai Drap Art / La Carboneria (Groc, 1), hasta el 6 de enero, puede verse una exposición de objetos reciclados que incluye ingeniosos artefactos, como una mesa luminosa hecha con un tambor de lavadora, sillones construidos con ruedas de bicicletas y cinturones de seguridad, muñecas hechas de retales e hilo eléctrico, y anillos con teclas de ordenador. "En algunos países el reciclaje se está convirtiendo en una forma de artesanía contemporánea", afirma Grass, señalando unos bolsos hechos en México con papel de goma de mascar.

Hoy el Pati Llimona acoge un taller para niños y adultos y un mercadillo de intercambio, pero las jornadas estelares serán el próximo sábado y domingo (días 18 y 19), en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB).

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