220 menores aguardan a ser acogidos por falta de familias que se ofrezcan

El número de solicitudes de acogida ha bajado a la mitad desde 2001

Faltan familias dispuestas a acoger a niños tutelados por la Generalitat. La consejera de Bienestar y Familia, Anna Simó, hizo ayer un llamamiento para que nuevas familias se ofrezcan para acoger de forma temporal a niños y niñas que han tenido que ser apartados de sus progenitores. El número de familias voluntarias se ha reducido a la mitad en tres años y 220 niños están en espera de acceder a un hogar provisional.

Actualmente, 6.149 menores de edad se encuentran bajo tutela de la Generalitat por problemas de toda índole que arrastran sus padres. La mitad de ellos viven con abuelos, tí...

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Faltan familias dispuestas a acoger a niños tutelados por la Generalitat. La consejera de Bienestar y Familia, Anna Simó, hizo ayer un llamamiento para que nuevas familias se ofrezcan para acoger de forma temporal a niños y niñas que han tenido que ser apartados de sus progenitores. El número de familias voluntarias se ha reducido a la mitad en tres años y 220 niños están en espera de acceder a un hogar provisional.

Actualmente, 6.149 menores de edad se encuentran bajo tutela de la Generalitat por problemas de toda índole que arrastran sus padres. La mitad de ellos viven con abuelos, tíos u otros familiares, mientras que 530 conviven con familias ajenas que han decidido acogerlos mientras sus padres resuelven sus problemas. Esta fórmula es muy recomendable, ya que permite a los niños vivir en un entorno mucho más favorable para su desarrollo que un centro de acogida.

Pero conseguir que las familias se animen a hacerse cargo de estos niños no es fácil. Por este motivo, 1.846 menores se encuentran en la actualidad viviendo en centros públicos. Los asistentes sociales afirman que unos 220 de ellos estarían preparados para ser acogidos por una familia, algo que no logran por falta de voluntarios.

Desde 2001 el número de familias dispuestas a acoger a estos menores se ha reducido a la mitad, algo que la consejera Anna Simó atribuye a la falta de apoyo que estas familias han tenido hasta ahora, tanto desde el punto de vista económico como técnico. Las familias acogedoras cobran unos 240 euros al mes por cada niño a su cargo, una cantidad que puede verse ampliada para hacer frente a problemas concretos.

Ahora, el Departamento de Bienestar y Familia se dispone a mejorar algunas de estas condiciones. La directora del Instituto Catalán de Acogida, Rosa Bertran, anunció ayer que se impulsarán modificaciones legislativas para introducir la medida del acogimiento permanente, así como ayudas fiscales y sociales, para dar más seguridad y estabilidad a las familias y a los niños. Además, se creará una escuela para aclarar dudas y formar a las personas que se dispongan a acoger a un niño ajeno, ya que éstos a menudo presentan problemas de afectividad generados por las circunstancias que les ha tocado vivir. Otra novedad llegará el año próximo, cuando previsiblemente entrará en vigor la modificación del Código de Familia que permitirá a las parejas homosexuales convertirse en familias de acogida en igualdad de condiciones con las heterosexuales.

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