VISTO / OÍDO

Los presos

Supongo que la apreciación de Javier Solana, en nombre de Europa, de que no hay que ofrecer contrapartidas a Cuba para que libere presos, porque éstos están detenidos injustamente, es sólo un lema heroico -sobre las espaldas de otros héroes- en la línea de esta época militar y policiaca: no pagar, no negociar, no tratar con el malo. Antes fue de otra forma: si España se hubiera comportado así siempre, Cervantes -por ejemplo- habría muerto en Argel sirviendo de objeto sexual a su señor: no tendríamos El Quijote y no podría celebrarse ahora su centenario con buenas cantidades y premios pa...

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Supongo que la apreciación de Javier Solana, en nombre de Europa, de que no hay que ofrecer contrapartidas a Cuba para que libere presos, porque éstos están detenidos injustamente, es sólo un lema heroico -sobre las espaldas de otros héroes- en la línea de esta época militar y policiaca: no pagar, no negociar, no tratar con el malo. Antes fue de otra forma: si España se hubiera comportado así siempre, Cervantes -por ejemplo- habría muerto en Argel sirviendo de objeto sexual a su señor: no tendríamos El Quijote y no podría celebrarse ahora su centenario con buenas cantidades y premios para los autores. Estoy convencido de que Rivero y los hasta ahora liberados no habían delinquido, en el sentido democrático de la palabra: pero también estoy seguro de que los millones de cubanos en libertad sí sufren injustamente por el bloqueo de Estados Unidos, que cada día empeora, y que en lugar de producir la caída del régimen le ha hecho más duro.

No es un caso nuevo: las sanciones a Rusia la hicieron caer en el "comunismo de un solo país" y el "comunismo de guerra", que fueron desastrosos. Temo que la política de sanciones no sea más que una prueba de la contundencia de quien la aplica, incluso en los castigos ordinarios penales: la mayor dureza contra asesinos y torturadores de mujeres no ha hecho reducir la estadística de las agresiones, o al menos de los crímenes, y la solución habría que buscarla de otra manera. Pero ése es otro asunto.

Naturalmente el sancionador de Cuba no sólo pretende enfrentarse al régimen, sino producir en el país otro que vuelva a la situación anterior y deje las propiedades y los poderes en las manos de los antiguos propietarios. El efecto debería ser, también, el de evitar la propagación del comunismo por toda América, y no sabemos si ha conseguido algo: la medida de lo que no ha sucedido es imposible. Pero sí se sabe que en otros países la situación es igual o peor que en Cuba, y la democracia no es más que una simulación.

Creo que sí se deben ofrecer a Cuba medidas que ayuden a sacar a su población de la miseria digna y de la pobreza sonriente; y que su gobierno debe liberar automáticamente todos los presos políticos, poetas o gente iletrada y sin fama. Simplemente, por razones de justicia y de sensibilidad.

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