La Zona Franca pide que el 50% de las viviendas del nuevo barrio sean públicas

Entidades y vecinos de la Marina de la Zona Franca han planteado en las alegaciones al nuevo barrio que el consistorio barcelonés quiere impulsar entre la Fira 2, el paseo de la Zona Franca y el ferrocarril -726.000 metros cuadrados de suelo-, que la mitad de las 10.000 viviendas que se levanten sean de protección, parte de ellas en régimen de alquiler, y que haya una reserva para la población de la zona. Esa reserva ya se ha realizado en algunas transformaciones urbanísticas del distrito de Sant Martí. En principio, las previsiones de vivienda pública del Ayuntamiento eran de un mínimo del 25...

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Entidades y vecinos de la Marina de la Zona Franca han planteado en las alegaciones al nuevo barrio que el consistorio barcelonés quiere impulsar entre la Fira 2, el paseo de la Zona Franca y el ferrocarril -726.000 metros cuadrados de suelo-, que la mitad de las 10.000 viviendas que se levanten sean de protección, parte de ellas en régimen de alquiler, y que haya una reserva para la población de la zona. Esa reserva ya se ha realizado en algunas transformaciones urbanísticas del distrito de Sant Martí. En principio, las previsiones de vivienda pública del Ayuntamiento eran de un mínimo del 25% y un máximo del 40%.

Los vecinos y entidades de otros barrios de esa parte del distrito de Sants-Montjuïc (Can Clos, el Port Vell y Plus Ultra) también reclaman que la ejecución del nuevo barrio sirva para que el paseo de la Zona Franca se convierta en una rambla y deje de ser una vía rápida de acceso al polígono de la Zona Franca.

Por eso, los vecinos también reclaman que se lleve a cabo un plan de movilidad de una zona que incrementará su actividad notablemente con el nuevo barrio -con una población de unas 25.000 personas-, la apertura de la Ciudad Judicial y la ampliación de la Fira. Todo ello a la espera de la llegada de las líneas 2 y 9 del metro.

Los vecinos plantean que la edificabilidad de las viviendas se sitúe en el frente con el paseo y la de oficinas y sector terciario en el otro vértice, junto a los terrenos de la Fira. Para los residentes también es importante que el nuevo barrio se conciba como una prolongación del actual de la Marina en el sentido de que atienda las necesidades de la población que ya existe, sobre todo en cuanto a zonas verdes y equipamientos.

Las entidades reclaman que se opte por concentrar los metros resultantes de la transformación en una gran zona verde comunitaria para los vecinos que residan en el nuevo barrio, pero también para los del otro lado del paseo de la Zona Franca. Así, se oponen a que sean los nuevos residentes los que se beneficien en exclusiva del nuevo parque y también de los equipamientos. La idea inicial del consistorio en este punto era diseminar pequeñas manchas verdes entre las viviendas y crear un parque de algo más de tres hectáreas en un solo punto.

El documento de criterios del proyecto se encuentra en exposición pública y la aprobación inicial del mismo se prevé para este mismo mes o el de enero.

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