El festival de cine de Huelva enfrenta la acción con la lucha por los ideales

El Festival de Cine Iberoamericano de Huelva presentó ayer en la sección a concurso las películas Punto y Raya, venezolana, dirigida por Elia K. Scheider, la única mujer latinoamericana que compite en este certamen, y la chilena Cachimba, de Silvio Caiozzi, uno de los directores más premiados de Iberoamérica y que, paradójicamente, participa por primera vez en un festival. Cachimba es una historia con un fuerte contenido literario que refleja la lucha apasionada por los valores y los ideales.

Punto y Raya se sitúa en el otro extremo: refleja la violencia y el...

El Festival de Cine Iberoamericano de Huelva presentó ayer en la sección a concurso las películas Punto y Raya, venezolana, dirigida por Elia K. Scheider, la única mujer latinoamericana que compite en este certamen, y la chilena Cachimba, de Silvio Caiozzi, uno de los directores más premiados de Iberoamérica y que, paradójicamente, participa por primera vez en un festival. Cachimba es una historia con un fuerte contenido literario que refleja la lucha apasionada por los valores y los ideales.

Punto y Raya se sitúa en el otro extremo: refleja la violencia y el ambiente bélico que se vive en la frontera entre Venezuela y Colombia, pero desde una perspectiva muy humana y con un agudo sentido del humor.

Elia K. Scheider afirmó que para la realización de la película fue necesaria la participación del Ejército venezolano. "En un primer momento resultó difícil que ellos aceptaran órdenes de una mujer cuando estaban acostumbrados a su propio jefe. Poco a poco fue surgiendo una afinidad entre nosotros muy positiva que contribuyó a hacer más fácil el trabajo".

Esta directora indicó que como mujer ha tenido que luchar en su país contra numerosos estereotipos que tendían a estrechar el marco de su creación: "Se espera de una mujer que haga una película espiritual, artística o de embrollos psicológicos, pero no de acción, mucho menos si contiene alguna connotación bélica. He tenido que armarme de valor y de resistencia física para demostrar que, como cualquier director, somos capaces de hacer cualquier género".

Punto y Raya relata la historia de dos hombres, Cheito y Pedro, uno venezolano y otro colombiano, que se encuentran en la frontera que separa ambos países en tiempos de exacerbados nacionalismos. Uno tiene vocación desertora y el otro es un amante de la patria. A pesar de las diferencias y del ambiente de confrontación entre ambos países, los dos forjan una hermosa amistad. "Me enamoré de los dos personajes. Cuando leí el guión me resultó una historia conmovedora. Me gustó cómo quedaba reflejada una historia de guerra con notas de humor", afirmó.

Y añadió: "Para nosotros, los venezolanos, que tenemos un muerto cada cinco días, la historia refleja muy bien el ambiente en que nos movemos. Nosotros ponemos una sonrisa a la vida a pesar de la violencia y las adversidades".

Por su parte, Silvio Caiozzi, director de Cachimba, afirmó que la película está inspirada en una novela del escritor chileno José Donoso titulada Naturaleza Muerta en Cachimba, con quien mantuvo hasta su muerte una gran amistad. La cinta está impregnada de la belleza de las imágenes y de los recursos literarios que emanan de esa novela.

Cachimba es una comedia muy particular en la que hay entremezcladas escenas dramáticas y otras verdaderamente románticas. "La temática tiene que ver con el arte, con el rescate de un ideal que se lucha hasta conseguirlo. Trata de los sueños que todos tenemos cuando creemos firmemente en algo, cuando se tienen ideales y se persiguen", indicó Silvio Caiozzi.

La película relata la evolución de un personaje que lleva una vida insignificante pero que en un momento descubre de manera sorprendente un museo en un lugar olvidado. Ese museo alberga una colección de cuadros de dudoso valor artístico. Desde ese momento este personaje se plantea el reto de hacer ver ante la sociedad el verdadero valor de esas obras y emprende un duro camino de aventuras y desventuras para conseguirlo.