Tres sospechosos de la muerte de Van Gogh fueron detenidos en Portugal
Tres hombres del grupo islamista al que se considera responsable del asesinato del director de cine holandés Theo van Gogh el pasado 2 de noviembre en Amsterdam fueron detenidos y expulsados de Portugal el 12 de junio, el día anterior al comienzo de la Eurocopa de Fútbol 2004, según un informe de las autoridades holandesas, presentado la semana pasada en el Parlamento. Para el entonces director de la Policía Judicial lusa, Adelino Salvado, estos hombres -detenidos en un hotel de Oporto con otros 12 árabes indocumentados- se preparaban para cometer un atentado terrorista contra el entonces prim...
Tres hombres del grupo islamista al que se considera responsable del asesinato del director de cine holandés Theo van Gogh el pasado 2 de noviembre en Amsterdam fueron detenidos y expulsados de Portugal el 12 de junio, el día anterior al comienzo de la Eurocopa de Fútbol 2004, según un informe de las autoridades holandesas, presentado la semana pasada en el Parlamento. Para el entonces director de la Policía Judicial lusa, Adelino Salvado, estos hombres -detenidos en un hotel de Oporto con otros 12 árabes indocumentados- se preparaban para cometer un atentado terrorista contra el entonces primer ministro portugués, José Manuel Durão Barroso.
Salvado ha declarado a Diario de Notícias que la policía y los servicios secretos investigaban el grupo por haber sido informados por sus homólogos holandeses de que un individuo árabe "eventualmente peligroso" estaba en Portugal. Se trata de Nuredín el Fahtni, un marroquí que vivió en el mismo piso en Amsterdam de Mohammed Buyeri, autor del asesinato de Van Gogh.
Salvado afirma que los movimientos del marroquí y de otros dos hombres hacían sospechar que preparaban un atentado en Portugal: el grupo se desplazaba todos los días al aeropuerto de Lisboa para recoger importantes sumas de dinero.
Como se acercaba el inicio de la Eurocopa, Salvado decidió ordenar la detención del grupo, pese a las peticiones de policías de otros países para aplazar algunos días más su captura para poder reunir pruebas contra ellos. Tras detener e interrogar a estos individuos, la policía lusa concluyó que, "en principio", no formaban parte de una banda terrorista y optó por expulsarlos.