Detenidos dos hombres por el asesinato de una pareja y su bebé en Madrid

El Cuerpo Nacional de Policía ha detenido a dos hombres supuestamente implicados -uno como presunto autor y otro como sospechoso de complicidad- en el asesinato a cuchilladas de una pareja de 17 años y de su hija de nueve meses. El triple crimen se produjo el pasado 5 de noviembre en la casa de las víctimas, situada en la calle de Sánchez Preciado, en el barrio de Valdezarza de Madrid.

El supuesto autor del triple homicidio, David R. V., El Paleta, de 32 años, fue capturado el pasado sábado en Torrevieja (Alicante), mientras que el presunto cómplice, Javier P. G., ...

El Cuerpo Nacional de Policía ha detenido a dos hombres supuestamente implicados -uno como presunto autor y otro como sospechoso de complicidad- en el asesinato a cuchilladas de una pareja de 17 años y de su hija de nueve meses. El triple crimen se produjo el pasado 5 de noviembre en la casa de las víctimas, situada en la calle de Sánchez Preciado, en el barrio de Valdezarza de Madrid.

El supuesto autor del triple homicidio, David R. V., El Paleta, de 32 años, fue capturado el pasado sábado en Torrevieja (Alicante), mientras que el presunto cómplice, Javier P. G., El Patata, fue arrestado en su domicilio del barrio de Valdezarza, según fuentes de la investigación. El móvil del asesinato múltiple fue el robo de una pequeña cantidad de droga que el agresor creía que el cabeza de familia asesinado guardaba en un zulo (agujero) existente en una pared de su vivienda.

Amalio M. V., Ada F. F. y su hija, Nerea, fueron asesinados en su vivienda del número 33 de la calle de Sánchez Preciado, una casa baja con un pequeño patio. Amalio murió de una puñalada en el esternón que le alcanzó el corazón. La policía halló junto a su cadáver restos de un ladrillo roto con el que inútilmente intentó defenderse de su agresor. Su esposa, Ada, recibió cinco cuchilladas, (cuatro de ellas en la espalda y la quinta en una pierna, lo que produjo una hemorragia letal). La pequeña Nerea falleció de dos puñaladas en el tórax.

Las sospechas iniciales apuntaron a un posible ajuste de cuentas o una venganza. Sin embargo Pilar Heredia, miembro de la asociación gitana Yerbabuena, candidata del PSOE en las últimas elecciones autonómicas y generales, que hizo de portavoz de la familia de las víctimas, declaró entonces: "Siempre que se trata de gitanos, se empieza a hablar de drogas y de ajustes de cuentas. Y eso son especulaciones que nos hacen muchísimo daño al pueblo gitano. Aquí no ha habido nada de eso. Lo que ha habido es el asesinato de tres menores". Además, aseguró que la familia de los fallecidos no iba a aplicar la ley gitana "porque la ley de los gitanos es la misma que la de todos los demás: la Constitución y la democracia".

Desde el inicio de las pesquisas, el Grupo V de Homicidios de la Brigada Judicial de Madrid tuvo la sospecha de que las drogas podrían ser el telón de fondo del crimen. "Esto no es un ajuste de cuentas. A Amalio y Ada los han matado unos ladrones que querían robarles lo que tuvieran", dijeron sus familiares el mismo día del crimen. Y, además, se mostraron convencidos de que los homicidas eran payos, alegando que "un gitano jamás mata a un bebé".

Heroína y cocaína

Las pesquisas realizadas hasta el momento dan la razón a la familia de las víctimas: los supuestos implicados en el triple crimen son payos, y el móvil del mismo fue apoderarse de una pequeña cantidad de droga que el supuesto homicida creía que el fallecido Amalio escondía en un agujero, según fuentes policiales.

El Paleta, así apodado por trabajar de albañil, es el supuesto autor material del triple homicidio. La policía cree que este hombre decidió asaltar la casa de Amalio para apoderarse de un pequeño alijo de heroína y cocaína. Llamó a la vivienda y, cuando Amalio salió a abrirle, le asestó una puñalada mortal. En su furia homicida, acuchilló a continuación a Ada e hizo lo mismo con la pequeña Nerea. La policía no ha aclarado aún si el supuesto criminal se adueñó de la droga que creía que el fallecido Amalio escondía.

Tras la carnicería, El Paleta salió a la calle y subió a un coche en el que le esperaba El Patata, cuyo grado de implicación todavía está por aclarar. Días después, El Paleta se trasladó a un casa de Torrevieja, propiedad de su capataz, quien se la ofreció al ver que llevaba varios días nervioso y alterado.