La holandesa más poderosa
Cuando los líderes de su partido, el liberal VVD, le plantearon la posibilidad de presentar su candidatura a comisaria europea de Competencia, la holandesa Neelie Kroes llevaba 15 años fuera de la política activa. La oferta era jugosa y delicada, porque del desempeño de su función dependerá en gran parte la transformación de la economía de la UE en la más activa del mundo. Una meta que debería alcanzarse manteniendo buenas relaciones con EE UU e integrando a los diez nuevos Estados miembros en la maquinaria económica comunitaria.
Kroes, de 63 años, aceptó la propuesta a la vuelta de un ...
Cuando los líderes de su partido, el liberal VVD, le plantearon la posibilidad de presentar su candidatura a comisaria europea de Competencia, la holandesa Neelie Kroes llevaba 15 años fuera de la política activa. La oferta era jugosa y delicada, porque del desempeño de su función dependerá en gran parte la transformación de la economía de la UE en la más activa del mundo. Una meta que debería alcanzarse manteniendo buenas relaciones con EE UU e integrando a los diez nuevos Estados miembros en la maquinaria económica comunitaria.
Kroes, de 63 años, aceptó la propuesta a la vuelta de un viaje a EE UU para visitar a su hijo, y admite que el momento no pudo ser más oportuno. Ella, que fue ministro de Transportes de su país entre 1982 y 1989 y había asesorado a uno de sus antecesores en la Comisaría, el flamenco Karel van Miert, regresaría a la vida pública por la puerta grande. Una de las mayores, si se tiene en cuenta que sobre su mesa serán fiscalizadas las grandes fusiones europeas e intercontinentales. Y se tratará de evitar que empresas externas tan sólidas como Microsoft, por citar un ejemplo, abusen de su poder en el seno de la Unión.
La tarea no es desdeñable y Kroes, apodada ya en su tierra la mujer mas poderosa de Holanda, tendrá que demostrar su sabiduría e imparcialidad. Sobre todo esto último. Con echar un vistazo a sus calificaciones, su perfil en la jerga empresarial, se observan las reticencias despertadas por su presencia en Bruselas.
El último trabajo visible de Kroes fue el de rectora de la Universidad holandesa de Nyenrode, especializada en estudios empresariales, cargo que desempeñó entre 1991 y 2000. Durante largo tiempo ha sido miembro de numerosos consejos de administración de firmas como Koninklijke Nedlloyd, Volvo, Ballast Nedam, Lucent Technologies o Nederlandse Spoorwegen, los ferrocarriles nacionales. Una buena agenda que sólo complicaría su nombramiento comunitario, como así ha sido, porque podía empañar su imparcialidad. Sus críticos creen que así será.
"Mi independencia también fue cuestionada. Hay que tomar decisiones difíciles y afrontar muchas críticas en este cargo", ha dicho Van Miert. En el caso de Kroes cabría añadir también que toma el relevo del italiano Mario Monti, cuyo brillante legado deberá mantener. Para empezar, la holandesa ya ha dicho que abandona las firmas donde se ha labrado una sólida reputación de intermediaria de lujo. También asegura que se abstendrá cuando haya contenciosos con alguna casa con la que hubiera colaborado. "No es una gran pensadora política, pero profesa un liberalismo muy práctico de manos a la obra y a trabajar", ha dicho su ex marido, Bram Peper, que fue alcalde de Rotterdam.