La derecha europea rechaza la salida a la crisis de la Comisión propuesta por Barroso

Los líderes europeos acuden a Bruselas para una nueva cumbre, pero esta vez el asunto central no figura en el orden del día: los 25 jefes de Estado y Gobierno estarán hoy y mañana en la capital comunitaria con el objetivo de cerrar la crisis sin precedentes en la que entró la Comisión hace una semana cuando su presidente electo, el portugués José Manuel Durão Barroso, postergó la votación del Ejecutivo en la Eurocámara porque era rechazado por el centroizquierda y los liberales. Barroso ya ha planteado una alternativa, pero ahora la rechaza el centroderecha.

"Queremos una solución rápid...

Los líderes europeos acuden a Bruselas para una nueva cumbre, pero esta vez el asunto central no figura en el orden del día: los 25 jefes de Estado y Gobierno estarán hoy y mañana en la capital comunitaria con el objetivo de cerrar la crisis sin precedentes en la que entró la Comisión hace una semana cuando su presidente electo, el portugués José Manuel Durão Barroso, postergó la votación del Ejecutivo en la Eurocámara porque era rechazado por el centroizquierda y los liberales. Barroso ya ha planteado una alternativa, pero ahora la rechaza el centroderecha.

"Queremos una solución rápida", coincidieron ayer en decir la presidencia de UE (Holanda), Barroso y todos los grupos parlamentarios. A partir de ahí, las discrepancias son profundas. Son ya dos las víctimas, los comisarios designados que han tenido que renunciar al puesto: Rocco Buttiglione, el conservador italiano designado para la cartera de Justicia, y de la verde y liberal letona Ingrida Udre, propuesta para Fiscalidad. Para sustituir a Udre, ya ha sido designado su jefe de Gabinete, el ex ministro de Finanzas y Educación Andris Piebalgs. En lugar de Buttiglione, el Gobierno italiano duda entre Franco Frattini, ministro de Exteriores, y Letizia Moratti, de Educación.

La Eurocámara también censuró a la liberal holandesa Neelie Kroes (Competencia) por haber estado en decenas de consejos de administración; al socialista húngaro Laszlo Kovacs (Energía) por desconocer los temas de su cartera, y a la liberal danesa Mariann Fischer (Agricultura) por conflicto de intereses.

Barroso, sin embargo, ha comunicado a dirigentes del Partido Popular (PPE), según fuentes oficiales de esta formación, que, tras el relevo de Buttiglione y Udre, sólo se plantea la hipótesis de cambiar de cartera a Kovacs. "No es suficiente", responden en el PPE, donde reclaman que Kovacs se convierta en la víctima socialista de esta crisis. "Y Kroes debe cambiar de cartera", añaden, en busca de una víctima también entre los liberales. El Gobierno húngaro asume un cambio de cartera para Kovacs, pero no su salida de Bruselas, mientras el Gobierno holandés se opone incluso a un cambio de cartera para Kroes.

Para los socialistas, la propuesta de Barroso "va en la buena línea". "La apoyaríamos", dice uno de sus dirigentes, "aunque no estemos de acuerdo con Kroes y Fischer en esas carteras". "Barroso ha demostrado ya su voluntad de buscar el apoyo del Parlamento", comenta Enrique Barón, el jefe de filas de los socialistas españoles.

Anoche, Barroso (PPE) tenía previsto reunirse con los comisarios designados pertenecientes a su familia política y con el presidente del partido, el belga Wilfried Martens, para exponerles la situación. A mediodía de hoy, hará lo mismo con los 11 primeros ministros del PPE y los líderes de esa formación en Europa, incluido el español Mariano Rajoy.

En la agenda oficial, los líderes europeos hablarán en la cumbre de los retrasos que sufre la UE a la hora de aplicar los objetivos de Lisboa (convertir la economía europea en la más competitiva del mundo en 2010) y de la mejora de la estrategia común ante la inmigración. El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechará su estancia en Bruselas para depositar ante el Consejo de la UE las copias de la Constitución europea traducidas a las lenguas cooficiales en España.