Un millar de los 8.000 puestos de los mercados de Barcelona están cerrados
Portabella anuncia que Santa Caterina se abrirá en febrero o marzo del año próximo
Los barceloneses cada vez encuentran más persianas metálicas mientras compran en los mercados. Según datos del Ayuntamiento, los puestos cerrados ya han llegado al millar, de los 8.000 totales. Los comerciantes ven con recelo las medidas propuestas por Pere Portabella, teniente de alcalde, para revertir la tendencia: abrir por la tarde y vender por Internet. El remozado mercado de Santa Caterina se inaugurará en febrero o marzo de 2005, aventuró Portabella.
El Ayuntamiento de Barcelona y los asentadores coincidieron en que el creciente número de puestos cerrados es uno de los problemas ...
Los barceloneses cada vez encuentran más persianas metálicas mientras compran en los mercados. Según datos del Ayuntamiento, los puestos cerrados ya han llegado al millar, de los 8.000 totales. Los comerciantes ven con recelo las medidas propuestas por Pere Portabella, teniente de alcalde, para revertir la tendencia: abrir por la tarde y vender por Internet. El remozado mercado de Santa Caterina se inaugurará en febrero o marzo de 2005, aventuró Portabella.
El Ayuntamiento de Barcelona y los asentadores coincidieron en que el creciente número de puestos cerrados es uno de los problemas más acuciantes, durante la jornada de debate Barcelona y el futuro de los mercados municipales, que reunió ayer a 150 representantes de las 46 lonjas. Miembros de Fegram, que agrupa a representantes de 40 mercados, sostuvieron que las cuentas del Ayuntamiento olvidan otros 2.000 puestos que, tras ser cerrados, fueron demolidos en la reforma de los mercados.
El puesto cerrado es un fenómeno que se retroalimenta: al haber menos oferta, bajan la afluencia de público y las ventas de los que permanecen, y por consiguiente los posibles interesados en hacerse con algunos de los puestos cerrados se echan atrás.Para poner fin a ese círculo vicioso, Portabella, también presidente del Instituto Municipal de Mercados de Barcelona, sostuvo que las instalaciones deben modernizarse, empezando por los edificios, que en algunos casos son centenarios.
En la reforma de los mercados se utilizarán 51,5 millones de euros durante la legislatura. El Ayuntamiento aporta 34 millones; los asentadores, 13 de forma directa y otros 3 a través del instituto, y 1,5 la Generalitat. Los asentadores, que regentan sus puestos mediante licencias administrativas de largo plazo, pagan en su totalidad las reformas de éstos, explicó Miquel Pregonas, abogado de Fegram. Pregonas aconseja flexibilizar la normativa en materia de traslados y de imposición de venta de determinados productos en cada puesto.
Además, Portabella recomendó -aclaró que el Ayuntamiento no lo impondría- que los mercados se esfuercen en conquistar a los inmigrantes y las parejas jóvenes mediante la venta por Internet y la apertura durante las tardes. Sobre lo primero, Pregonas duda de que los usuarios compren productos frescos como una merluza o una verdura sin verlos. Y sobre lo segundo, esgrime un estudio que indica que el 81% de las ventas totales de productos alimenticios se produce por la mañana.
En febrero o marzo de 2005 volverá a abrirse el mercado de Santa Caterina, anunció Portabella. Durante los seis años que ha permanecido cerrado, los vendedores han instalado sus puestos en el paseo de Lluís Companys. Su presidenta, Gloria Esforzado, asegura que el tiempo y la distancia les han hecho perder la clientela, su principal patrimonio: "Tendremos que empezar de cero". A juicio de Portabella, la voluntad de los vendedores de aprovechar las ventas de Navidad en su actual emplazamiento ha retrasado unos meses la inauguración.