Los más europeístas

Es la asociación universitaria perfecta para viajar, conocer gente de toda Europa, acercarse a otras culturas y mostrar la tuya a otros estudiantes extranjeros. Se llama AEGEE (Association des États Généraux des Etudiants de l'Europe) y es una de las asociaciones estudiantiles mayores de toda Europa. Con más de 17.000 socios, sus sedes se despliegan a lo largo de 260 ciudades europeas, de 42 países.

Las siglas provienen del nombre en inglés de uno de los lugares del nacimiento de la Democracia: Aegean Sea, el mar Egeo, y del primer parlamento establecido en el comienzo de la Revo...

Es la asociación universitaria perfecta para viajar, conocer gente de toda Europa, acercarse a otras culturas y mostrar la tuya a otros estudiantes extranjeros. Se llama AEGEE (Association des États Généraux des Etudiants de l'Europe) y es una de las asociaciones estudiantiles mayores de toda Europa. Con más de 17.000 socios, sus sedes se despliegan a lo largo de 260 ciudades europeas, de 42 países.

Las siglas provienen del nombre en inglés de uno de los lugares del nacimiento de la Democracia: Aegean Sea, el mar Egeo, y del primer parlamento establecido en el comienzo de la Revolución Francesa, les Etats Généraux (los Estados Generales). Las tres provincias valencianas tienen su propia "antena", que es como se conoce a las delegaciones locales de esta asociación surgida en 1985 y que coadyuvó a la creación del programa Erasmus antes de que éste cimentara la Europa de la movilidad estudiantil.

"Tienes más en común con un estudiante de Polonia que con un médico valenciano"

El producto estrella de AEGEE son sus summer universities, cursos de verano de dos semanas de duración con alojamiento incluido y una comida como mínimo por sólo 120 euros. Son 100 destinos a la carta para estudiantes con inquietudes viajeras. Cada una de las universidades de verano está organizada por socios de AEGEE en esa ciudad y su económico precio es posible por la subvención de instituciones y universidades.

María González, que es la nueva presidenta de AEGEE-Valencia (http://www.aegee-valencia.org), se mostró recelosa la primera vez que escuchó hablar de una asociación que permitiera viajar tan barato, así que aunque le gustaba la idea, la descartó. Poco después, el interés por los idiomas propició el primer acercamiento con la asociación. No pudo rechazar la invitación de un compañero a dar clases de inglés a un grupo de 40 o 50 extranjeros que participaban en la "summer" valenciana. De aquello hace cuatro años. Ahora, con 23, preside la delegación valenciana, ubicada en la Casa del Alumno de la Universidad Politécnica de Valencia, aunque engloba a estudiantes de esta universidad y de la Universitat de València. "En el ámbito local convivimos mucho con los erasmus. Planificamos con ellos viajes a Madrid, Sevilla, Granada, a esquiar y organizamos conversaciones", explica. A lo largo del curso también se organizan varios encuentros con otras sedes locales europeas y se programan conferencias que abordan diversas temáticas. Además anualmente se organiza el Ágora una asamblea general entre los delegados de cada apéndice local para debatir las propuestas. La próxima tendrá lugar en Torino (Italia) entre el 4 y el 7 de noviembre. María González guarda muchas satisfacciones de su paso por AEGEE: un viaje a Rumanía, la posibilidad de visitar Europa con amigos diseminados por la mayoría de países, de conversar con ellos sobre la realidad europea concebida como próxima, en definitiva, un largo etcétera entre los que enseguida aparece su pareja, Ximo Balaguer, miembro de AEGEE-Alicante, y que hasta el año pasado formaba parte de la junta directiva.

Ya licenciado en Económicas, Balaguer conoció la asociación después de su erasmus en Copenhague (Dinamarca) durante un año. "Cuando regresé a España necesitaba seguir en contacto con estudiantes extranjeros y con españoles que sintieran lo mismo que yo. Era la necesidad de tener amigos no sólo de tu ciudad, porque te cambia mucho la visión", indica, mientras reflexiona sobre empatías transfronterizas: "Tienes más en común con un estudiante de Polonia que con un médico de Valencia. Eres joven, eres estudiante y tienes las mismas inquietudes", insiste. Durante su estancia danesa sus horas docentes se redujeron prevaleciendo la autonomía del estudiante al que se le facilitaba una amplia bibliografía. Su plan de estudios estaba adaptándose a las exigencias del Espacio Europeo de Educación Superior, que estipula la Declaración de Bolonia. La clave para que un sistema educativo funcione se resume, según Ximo, en la adecuada financiación. Aunque este europeísta convencido aboga por un único espacio europeo de enseñanza en sintonía con la unidad monetaria ya existente. Un modelo educativo común evitaría el retraso en la homologación de títulos, problemas de convalidación entre asignaturas y los que afloran a la hora de su elección: los erasmus sólo pueden cursar materias de libre elección y optativas en sus países de destino. "Tienes que ir con cuidado los primeros años para matricularte aquí de las obligatorias y troncales", advierte Ximo.

En AEGEE celebran la ampliación de la UE, la generalización de internet y la reciente bajada de tasas aéreas. La asociación recibe apoyo de la Comisión Europea, y asesora al Consejo Europeo y a Naciones Unidas. También es miembro del Foro Europeo de Juventud, y colabora con la UNESCO.

En Valencia el número de socios asciende a cincuenta, el mismo que en Alicante aunque contrasta la larga trayectoria de la primera, con doce años y que recoge a estudiantes de las dos universidades, con los escasos tres años de la segunda. Donde más arraigada está AEGEE es en Castellón, con alrededor de ochenta socios también en doce años. "Seremos treinta activos", aclara la vicepresidenta en Castellón, María Hernández, quien atribuye la escasa participación a la "pasividad" actual del alumnado universitario. Aunque este año confía en un repunte: "Ha habido mayor participación en las charlas sobre la asociación. La convocatoria por internet ha podido influir", concluye.