Reportaje:

Voluntad de consenso

Los cinco líderes parlamentarios se esfuerzan en buscar coincidencias en el primer debate monográfico sobre el Estatuto

Por primera vez, los líderes de los cinco grupos con representación parlamentaria debatieron abiertamente sobre el nuevo Estatuto catalán. No lo hicieron en el hemiciclo de la Cámara catalana, sino durante más de hora y media en el paraninfo de la Universidad de Barcelona, en un debate retransmitido por TV3. Y a tenor del consenso de opiniones, la redacción del nuevo texto estatutario podría estar listo en una o dos sesiones de trabajo.

Artur Mas (CiU); Miquel Iceta (PSC); Josep Lluis Carod Rovira (ERC); Josep Piqué (PP) y Joan Boada (ICV) se esforzaron ayer por buscar complicidades, hu...

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Por primera vez, los líderes de los cinco grupos con representación parlamentaria debatieron abiertamente sobre el nuevo Estatuto catalán. No lo hicieron en el hemiciclo de la Cámara catalana, sino durante más de hora y media en el paraninfo de la Universidad de Barcelona, en un debate retransmitido por TV3. Y a tenor del consenso de opiniones, la redacción del nuevo texto estatutario podría estar listo en una o dos sesiones de trabajo.

Artur Mas (CiU); Miquel Iceta (PSC); Josep Lluis Carod Rovira (ERC); Josep Piqué (PP) y Joan Boada (ICV) se esforzaron ayer por buscar complicidades, huir de las consabidas discrepancias para así evidenciar una unanimidad que, al menos y por ahora, ha sido la tónica de los trabajos de la ponencia parlamentaria. Un debate de guanto blanco que sólo fue a mayores cuando los partidos de izquierda reprocharon a Mas su alianza con el Partido Popular durante dos legislaturas y la responsabilidad de CiU en las deficiencias del actual sistema de financiación autonómica. "CiU votó dos veces la investidura de Aznar y no la de Zapatero cuando se ha comprometido a apoyar el Estatuto que salga del Parlament", recordó el socialista Miquel Iceta.

La complicidad entre los tres partidos que apoyan al Gobierno catalán funcionó a la perfección, a pesar de los intentos de Artur Mas por quebrarla y buscar afinidades con el líder republicano. "No nos tiremos piedras entre nosotros y menos entre usted y yo. Formamos una mayoría en el Parlament", le rogó Artur Mas a Carod, apelando a la unidad nacionalista. "Tendrían que ser más humildes. Tienen la fe del converso porque han estado frenando durante 23 años las potencionalidades de Cataluña y ahora descubren el nuevo estatuto y lo malo que es este sistema de financiación que ustedes nos vendieron como la octava maravilla del mundo", respondió el líder de Esquerra.

Unanimidad también a la hora del nuevo sistema de financiación. Por ejemplo en buscar una fórmula para que Cataluña pueda gestionar todos sus recursos, manteniendo una cuota de solidaridad con el resto de las comunidades autónomas. O también para que el objetivo principal del nuevo Estatuto sea mejorar las condiciones de vida de los catalanes.

Piqué mantuvo sus tradicionales y abiertas discrepancias. Así, se mostró en contra de incluir el término nación para definir a Cataluña, y mucho menos el de autodeterminación que el resto de los partidos defendieron. "Ya encontraremos la fórmula", puntualizaron Iceta y Boada. Tampoco el líder del PP apoyó una relación bilateral entre Cataluña y España. "Aquí chocaremos", advirtió "y también si se quiere abrir el pacto constitucional".

Al final, todos se conjuraron para poner altas dosis de optimismo al debate de la ponencia parlamentaria y evitar que se atasquen los trabajos. "Tenemos que pensar en el futuro, no en el pasado", fue la frase más escuchada, en un intento para que ninguno de los dirigentes aparecieran ante los electores como los culpables de un posible fracaso del nuevo Estatuto.

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