Peligran 10.000 empleos en Saab y Opel, y 600 en la fábrica belga de Volkswagen

Con el nuevo plan de saneamiento del fabricante automovilístico estadounidense General Motors Europa peligran 10.000 empleos en Opel y Saab, informó ayer el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung. El rotativo alemán añade que el responsable de General Motors en Europa, Fritz Henderson, quiere adelantar la aplicación del nuevo plan de saneamiento a finales de octubre, en vez de en noviembre, como se había previsto inicialmente, debido al recrudecimiento de la crisis en los fabricantes automovilísticos Opel, Saab y Vauxhall.

Henderson quiere llevar a cabo importantes reformas en tod...

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Con el nuevo plan de saneamiento del fabricante automovilístico estadounidense General Motors Europa peligran 10.000 empleos en Opel y Saab, informó ayer el diario Frankfurter Allgemeine Zeitung. El rotativo alemán añade que el responsable de General Motors en Europa, Fritz Henderson, quiere adelantar la aplicación del nuevo plan de saneamiento a finales de octubre, en vez de en noviembre, como se había previsto inicialmente, debido al recrudecimiento de la crisis en los fabricantes automovilísticos Opel, Saab y Vauxhall.

Henderson quiere llevar a cabo importantes reformas en todas las divisiones del consorcio, entre las que se encuentra el recorte de varios miles de puestos de trabajo. El número de empleos y las fábricas todavía no se ha decidido definitivamente, pero el diario germano calcula que en total unas 10.000 personas podrían perder su trabajo.

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Un portavoz de General Motors Europa calificó estas informaciones de "meras especulaciones" y rehusó dar detalles del nuevo plan de reestructuración de la compañía automovilística.

Por su parte, la dirección de Volkswagen en Bruselas ha anunciado que suprimirá 600 puestos de trabajo si la fábrica no consigue los objetivos de productividad fijados para este año.

La portavoz de Volkswagen Bélgica, Evelyne Helin, confirmó la cifra, pero insistió en que "la dirección intentará encontrar un equilibrio justo entre los objetivos económicos y los intereses sociales de los empleados para conservar así un máximo de empleos". Según Helin, la dirección intentará salvaguardar unos 400 empleos con la condición de que la fábrica logre sus objetivos de productividad.

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