Una demanda de La Caixa obliga a Francia a revisar su sistema financiero

El Tribunal de la UE condena la prohibición de remunerar los depósitos a la vista

Sin ninguna exageración, puede afirmarse que La Caixa ha obligado a revisar el sistema financiero francés. La espoleta se debe a una iniciativa de su filial francesa, CaixaBank, que hace dos años tuvo que parar la oferta de remunerar al 2% los depósitos de sus clientes superiores a 1.500 euros por orden de la autoridad bancaria. El Tribunal Europeo de Justicia condenó ayer a Francia por impedir esa práctica, argumentando que las entidades extranjeras deben remunerar las cuentas de sus clientes como lo hacen en sus países de origen, considerando la limitación francesa como una violación del der...

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Sin ninguna exageración, puede afirmarse que La Caixa ha obligado a revisar el sistema financiero francés. La espoleta se debe a una iniciativa de su filial francesa, CaixaBank, que hace dos años tuvo que parar la oferta de remunerar al 2% los depósitos de sus clientes superiores a 1.500 euros por orden de la autoridad bancaria. El Tribunal Europeo de Justicia condenó ayer a Francia por impedir esa práctica, argumentando que las entidades extranjeras deben remunerar las cuentas de sus clientes como lo hacen en sus países de origen, considerando la limitación francesa como una violación del derecho comunitario.

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Francia ha vivido un sistema de "excepción bancaria" que está a punto de acabarse. Es el único país de la zona del euro que se opone a remunerar los depósitos de los particulares y de las empresas, a cambio de no cobrar el servicio de gestión de cheques. Una singularidad que implantó en 1969 como defensa al consumidor. Hay 240.000 millones de euros depositados en cuentas a la vista sin remunerar, según CaixaBank, y la mayoría de los pagos se hacen por cheque -este año es el primero en que se rebasan los pagos con tarjetas-, todo lo cual revela la magnitud del avispero aventado por La Caixa.

Un portavoz de Economía dijo que su departamento "toma nota" de la decisión de los jueces europeos y que habrá "medidas legislativas y reglamentarias" para aplicarla. El ministro, Nicolas Sarkozy, ha convocado para mañana mismo al comité consultivo del sector financiero. Los grandes bancos se muestran reservados: BNP Paribas destaca que la política del "ni, ni" (ni se remuneran las cuentas, ni se cobran los servicios básicos) está muy enraizada en su clientela. Los otros grandes bancos no hicieron comentarios.

En el propio dictamen del Tribunal Europeo se vincula la remuneración de las cuentas a la facultad de "hacer pagar los servicios bancarios, proporcionados hasta ahora a título gratuito". Esta parte es la que hace dudar al Estado y a los grandes bancos: las cuentas a la vista se remuneran muy poco en todos los países, y desde luego los bancos franceses, y el propio servicio estatal de Correos, remuneran los depósitos a plazo, al igual que lo hacen bancos extranjeros como ING Direct.

El problema para Francia es "venderle" a los consumidores el pago de servicios hasta ahora gratuitos. Sobre todo cuando los bancos franceses se verán enfrentados a una mayor competencia de las entidades extranjeras, cuya presencia es casi marginal. Los jueces europeos no comparten las razones de "protección de los consumidores" ni de "incitación al ahorro" alegadas por el Estado francés. Un portavoz de la Comisión Europea resaltó el argumento contrario al tradicional de los franceses, esto es: los consumidores salen ganando cuando el sistema permite una mayor competencia. Actualmente, las cuentas a la vista apenas se remuneran en toda Europa y, por supuesto, en España por los bajos tipos de interés existentes. Con la citada oferta, Caixabank pretendía captar clientes en Francia.

La federación bancaria francesa, de la que CaixaBank es miembro, se abstuvo ayer de manifestar una posición favorable o contraria a la decisión del Tribunal Europeo de Justicia, remitiéndose a lo que decidan los poderes públicos de su país.

Tras la implantación del euro como moneda común, La Caixa, que cuenta con 53 oficinas (49 a final de 2003) en Francia, la mitad de ellas en París, y un pasivo de 2.000 millones de euros, interpretó que ya no tenían sentido las limitaciones de la época del franco. En febrero de 2002 lanzó una campaña de captación de clientes, ofreciéndoles la remuneración del 2% para los depósitos superiores a 1.500 euros, hasta que la autoridad bancaria lo prohibió en abril de ese mismo año. CaixaBank recurrió al Consejo de Estado, que tiene funciones de máxima jurisdicción civil, y este organismo recabó el dictamen de los jueces europeos.

Crecer un 25%

El consejero delegado de CaixaBank, Gabriel Castelló, dijo ayer a este periódico que espera aplicar de nuevo la remuneración de cuentas "en pocas semanas", una vez que el Consejo de Estado francés se pronuncie a favor de modificar la normativa. Un portavoz de la filial francesa de La Caixa aclaró que no vinculan el ofrecimiento de ese producto con el cobro de cheques a sus clientes.

CaixaBank espera, tras la revisión del sistema financiero francés, crecer alrededor del 25% en el ejercicio de 2005, el triple de lo previsto sin cuentas remuneradas, según Castelló, quien recuerda que cuando la filial de La Caixa revolucionó en 2002 el mercado bancario francés captó en apenas dos meses unos 1.200 clientes.

CaixaBank, que hoy cuenta con 70.000 clientes, amplió su capital en 2003 de 100 a 200 millones, con vistas a acometer un plan de expansión. La filial de La Caixa se posiciona en el mercado francés mediante un modelo de banca personal orientado a rentas medias y altas. En 2003 ganó seis millones.

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