"Me da igual que me digan que soy como Bin Laden"

La mayor ovación, con pataleo incluido desde las gradas de los invitados, se produjo cuando José María Aznar desempolvó la "cal viva" para denostar a los socialistas. El asunto arrancó después de que Aznar defendiera la "coherencia" con la propia trayectoria y la seriedad como atributo indiscutible de su proyecto y de sus gentes. Con eso, según Aznar, el PP puede recobrar hacia su lado "a toda esa mayoría centrista del país, a toda la mayoría silenciosa que pasa por la calle, que es la calle y que es España".

Justo tras esa loa al centrismo, Aznar soltó: "A mí me da igual que me digan q...

La mayor ovación, con pataleo incluido desde las gradas de los invitados, se produjo cuando José María Aznar desempolvó la "cal viva" para denostar a los socialistas. El asunto arrancó después de que Aznar defendiera la "coherencia" con la propia trayectoria y la seriedad como atributo indiscutible de su proyecto y de sus gentes. Con eso, según Aznar, el PP puede recobrar hacia su lado "a toda esa mayoría centrista del país, a toda la mayoría silenciosa que pasa por la calle, que es la calle y que es España".

Justo tras esa loa al centrismo, Aznar soltó: "A mí me da igual que me digan que soy como Bin Laden los que el 12 de septiembre no cayeron en la cuenta de que el asesino era Bin Laden". Fue una referencia directa de Aznar a este periódico, aunque no lo citó, por un editorial del 23 de septiembre que concluía con la siguiente frase: "En la invención del pasado, y la reivindicación de las cruzadas entre el islam y la cristiandad, hay una inquietante similitud entre Aznar y Bin Laden". La Defensora del Lector explicó el domingo 26 este asunto.

Justo después de su comparación con Bin Laden, Aznar respondió a Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente de Extremadura, quien esta semana acusó, también implícitamente, al ex jefe del Ejecutivo de tener la responsabilidad última de la matanza del 11-M por su participación en la guerra de Irak.

"No usamos cal viva"

"A mí me da lo mismo que un señor diga que tengo 200 cadáveres a la espalda", clamó Aznar parafraseando a Ibarra, a quien tampoco citó. "Él sabrá cuántos cadáveres tienen en su cuenta sus amigos, esos que ese señor ampara y anima. Y, desde luego, ni yo ni ninguno de nosotros hemos usado nuca cal viva para encubrir ningún asesinato". Eso ocurrió durante la guerra sucia de los GAL para intentar eliminar los cadáveres de los presuntos etarras Lasa y Zabala, secuestrados y asesinados.

Esa peculiar lectura del pasado que hizo Aznar había comenzado con un vídeo en su honor que proyectó ayer el PP como despedida. Es un vídeo muy efectista elaborado por Miguel Ángel Rodríguez, ex secretario de Estado de Comunicación, que se para en el atentado de ETA contra Aznar con la siguiente imagen: fundido en negro; gran explosión; humo y fuego de un coche bomba... Y, como subtítulo de tan impactantes imágenes, la siguiente leyenda: "1995. Nadie informó de las circunstancias del atentado". Este vídeo de Aznar, con una escenografía de trailer de acción, contrastó con otro, emitido después, sobre Mariano Rajoy. Éste retratado como un "hombre normal" que hace cosas normales.