DE COPAS | DÍAS DE OCIO

La Buga del Lobo, con vistas a una calle mestiza

En lenguaje garífuna, el de los descendientes de los negros que, huidos de los barcos españoles de esclavos, se establecieron en el siglo XVII en Guatemala, Honduras, Costa Rica y otros puntos de América Central, buga es el equivalente de boca. Hace menos años, los propietarios del club La Boca del Lobo, en la calle de Echegaray, montaron una sucursal en el hotel de una playa guatemalteca de la desembocadura del Río Dulce. En respeto al club madrileño del que partían, pero para hacerse con el lugar, la llamaron La Buga.

La aventura duró cuatro años, hasta que en 2002 decidieron v...

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En lenguaje garífuna, el de los descendientes de los negros que, huidos de los barcos españoles de esclavos, se establecieron en el siglo XVII en Guatemala, Honduras, Costa Rica y otros puntos de América Central, buga es el equivalente de boca. Hace menos años, los propietarios del club La Boca del Lobo, en la calle de Echegaray, montaron una sucursal en el hotel de una playa guatemalteca de la desembocadura del Río Dulce. En respeto al club madrileño del que partían, pero para hacerse con el lugar, la llamaron La Buga.

La aventura duró cuatro años, hasta que en 2002 decidieron volver a Madrid sin perder del todo ese espíritu playero vivido entre piratas, garífunas, hindúes, mayas, indios y chinos. Querían ponerle una terraza a La Boca del Lobo, que permanecía -y permanece- abierta siempre inmersa en problemas administrativos, y se fueron a Lavapiés, barrio mestizo con tantas culturas transitando sus calles como las que lo hacían frente a la baranda del club de la playa.

La Buga del Lobo mantiene el sentido de taberna, pero también el de local de agitación cultural. Junto con La Boca del Lobo, su hermana mayor, organiza exposiciones, ciclos musicales o festivales de cine.

Situada en una de las aceras con más terrazas de Madrid, poblada de viajeros, traficantes, buscavidas y aventureros, y decorado su exótico interior en vivos colores, La Buga da la oportunidad de tapear y apreciar vinos jóvenes sentado en medio de una calle que, de por sí, es todo un espectáculo.

La Buga del Lobo. Argumosa, 11. Teléfono 91 467 61 51. www.labocadellobo.com. Todos los días de 12.00 a 01.30 (a 2.30 en fin de semana). Cervezas y refrescos, 2 euros; combinados, 5 euros.

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