Blair anuncia una remodelación de Gobierno en pocos días

El primer ministro británico habla de un "plan B" para el Ulster

Tony Blair abrió ayer el nuevo curso político británico confirmando que la anticipada remodelación de su Gabinete se producirá en los próximos días. "Será el fin de semana", dijo ayer en su primera rueda de prensa tras el retorno de vacaciones, en la que no desveló detalle alguno sobre el alcance del cambio de ministros y secretarios de Estado. La remodelación lleva en el aire desde el verano y se tornó inevitable el pasado lunes con la salida del Gabinete del ministro de Trabajo y Pensiones, Andrew Smith.

La dimisión de Smith sorprendió a Blair, quien reiteró su confianza en este polít...

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Tony Blair abrió ayer el nuevo curso político británico confirmando que la anticipada remodelación de su Gabinete se producirá en los próximos días. "Será el fin de semana", dijo ayer en su primera rueda de prensa tras el retorno de vacaciones, en la que no desveló detalle alguno sobre el alcance del cambio de ministros y secretarios de Estado. La remodelación lleva en el aire desde el verano y se tornó inevitable el pasado lunes con la salida del Gabinete del ministro de Trabajo y Pensiones, Andrew Smith.

La dimisión de Smith sorprendió a Blair, quien reiteró su confianza en este político laborista perteneciente al ala del partido asociada al titular del Tesoro, Gordon Brown. Pero no hubo marcha atrás en una decisión que Smith justificó en cuestiones familiares y en su objetivo de centrarse en las tareas de su distrito electoral de Oxford.

Blair ha perdido ya varios ministros en los últimos años, incluidos políticos de su máxima confianza como Alan Milburn y Stephen Byers, por supuestos motivos personales. Esta nueva baja en un ministerio estrechamente conectado con el Tesoro le forzará a emprender una remodelación a fondo, además de reanudar las conjeturas sobre la grave falla que divide a blairistas y brownistas dentro del Gabinete y en el laborismo en general. Ayer, en la conferencia de prensa, el primer ministro se vio en la posición de tener que defender a su equipo de Gobierno como el "más ideológicamente unido que puedo imaginar".

Habrá que esperar hasta el fin de semana para descubrir qué ala del partido gana posiciones con la remodelación. Los medios anticipan, por lo pronto, el retorno del exilio familiar de Milburn para ocupar una posición de peso en el nuevo equipo de Gobierno. Competente en su anterior puesto al frente del Ministerio de Sanidad, donde tuvo varios roces en materia de reforma con Brown, Milburn podría bautizar su regreso al centro de la política con la presidencia del Partido Laborista. Éste es al menos el pronóstico más extendido entre los analistas políticos y una apuesta que, de confirmarse, volverá a enfrentar a Milburn con Brown.

Poco adelantó ayer Blair sobre las guías centrales del nuevo curso político. Tampoco se pronunció sobre los proyectos de ley pendientes de aprobar en la presente legislatura. Sí se mostró, en cambio, convencido de que habrá "avance" en Irlanda del Norte aunque los líderes políticos de la región no logren un acuerdo en las negociaciones que acaban de reanudarse y que llegarán a la recta final a mediados de mes. "Creo que un acuerdo es posible. Y si no lo alcanzamos, tendremos que buscar otra forma de avanzar", dijo el primer ministro. Es la primera vez que Blair habla en público de la necesidad de poner en marcha un "plan B", según su propia expresión, para descongelar el proceso de paz y restaurar la autonomía norirlandesa, cuyo Gobierno compartido quebró en octubre de 2002.

Blair bebe agua en una rueda de prensa celebrada ayer en Londres.REUTERS
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