Entrevista:IÑAKI AZKUNA | Alcalde de Bilbao

"Bilbao ha cambiado, pero lo ha pasado muy mal"

Iñaki Azkuna (Durango, 1943) dice que los nueve días de la Aste Nagusia son de "intenso trabajo y mucha preocupación", pero le dejan tiempo para "picotear" en los actos del programa.

Pregunta. Ésta es su sexta Aste Nagusia en la alcaldía. ¿Se ha acostumbrado ya al papel del alcalde en fiestas?

Respuesta.
Quitando el año pasado, que estuve en el hospital [sufrió un cólico biliar y le extirparon la vesícula], sí, me he acostumbrado a preocuparme y a divertirme.

P. Es el período más dulce desde que comenzó su primer mandato. Gobierna con una mayoría sufic...

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Iñaki Azkuna (Durango, 1943) dice que los nueve días de la Aste Nagusia son de "intenso trabajo y mucha preocupación", pero le dejan tiempo para "picotear" en los actos del programa.

Pregunta. Ésta es su sexta Aste Nagusia en la alcaldía. ¿Se ha acostumbrado ya al papel del alcalde en fiestas?

Respuesta. Quitando el año pasado, que estuve en el hospital [sufrió un cólico biliar y le extirparon la vesícula], sí, me he acostumbrado a preocuparme y a divertirme.

P. Es el período más dulce desde que comenzó su primer mandato. Gobierna con una mayoría suficiente, sin conflictos con otras instituciones, con la transformación de la ciudad en marcha,...

R. Sí, en ese sentido, sí. Como dirían los modernos, en el Ayuntamiento hay en estos momentos una energía positiva, con muchos proyectos, muchas ganas de trabajar, y con un optimismo en la transformación de Bilbao. Así como hace cuatro años veía las cosas con dificultad, en este momento soy tremendamente optimista en ver una transformación de Bilbao avanzadísima en tres años más.

"No traemos lo mejor del mundo, porque no quiere venir, pero traemos unos conciertos aceptables"
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"Soy tremendamente optimista en ver una transformación de Bilbao avanzadísima en tres años más"

P. Los que le quedan de este mandato.

R. Sí. Luego, Dios dirá.

P. ¿Se puede morir de éxito?

R. No, de éxito, no. Yo creo que la virtud de Bilbao es el tesón y la ambición. Y el alcalde es tremendamente ambicioso con Bilbao para hacer una trasformación y un equilibrio de Bilbao. El Museo Guggenheim como icono está muy bien, pero hace falta un equilibrio humano, social y urbanístico en Bilbao. El bocho tiene unos barrios que se construyeron deprisa y corriendo para la industrialización, pero no sirven para lo que se exige hoy. Podemos morir de trabajo; de éxito, no.

P. En 26 años de Aste Nagusia, Bilbao ha cambiado más que las fiestas.

R. Bilbao ha cambiado, pero lo ha pasado muy mal. Ha visto cómo se cerraba lo mejor de lo mejor de la industria, un desempleo tremendo, el renacer de la democracia. Ha habido alguna alegría, algún alirón, pero también muchos fracasos y un fenómeno violento tremendo. Y una transformación que empezó hace 15 años. Acertaron con el proyecto. Otros no hemos hecho más que seguir en la línea, insuflarle aire y tener ambición, insisto.

P. ¿Convendría revisar las fiestas de Bilbao?

R. Yo creo que el bilbaíno y la bilbaína son muy clásicos, se agarran a lo que les gusta. Es verdad que la ciudad se ha modernizado, pero el carácter bilbaíno sigue siendo el mismo, fuerte, chirene, a veces fanfarrón, simpático. Ese carácter fuerte es el que le ha permitido tener transformaciones. ¿Habría que darle una vuelta a las fiestas? Sí, pero hace 26 años se decidió que tenían que ser unas fiestas participativas y populares. Yo estoy de acuerdo; otra cosa es que no pueden ser cutres. De momento, no hemos encontrado la necesidad de ese giro en las fiestas.

P. Usted es aficionado a la música. ¿Qué le parece, por ejemplo, que haya recitales de bilbainadas todos los días? No parece dar una imagen cosmopolita y moderna de la ciudad.

R. Es de lo más cosmopolita. A mí me gusta la música clásica, desde la barroca hasta lo último y también las bilbainadas. Me parecen tan típicas de Bilbao como las sardinas de Santurtzi. Perfectamente puedo casar en mi cultura la gran música, la música moderna y las bilbainadas. Es más, canto bilbainadas. Cuando uno canta Bilbao es un bello jardín, sabe que esta mintiendo un poco, pero está defendiendo su bochito y eso imprime carácter.

P. El programa de conciertos ha vuelto a ser polémico. Se tarda en cerrar y no se contratan figuras de primera fila.

R. Comprendo las dificultades que tienen en Cultura para casar un programa. Los grandes cuestan mucho. Los conciertos de Bilbao son gratis, 70 conciertos gratis. Traer gratis y a un sitio abierto a grandes grupos no es fácil. Piden recintos cerrados de pago y unas fiestas populares son incompatibles con ese estilo. El Ayuntamiento hace un esfuerzo. No trae lo mejor del mundo, porque no quiere venir, pero trae unos conciertos aceptables.

P. ¿Envidia otras fiestas?

R. No se pueden comparar. Son diferentes, cada una con sus características. Nosotros tenemos un recinto festivo, El Arenal, determinado, para determinada gente. Tenemos unas corridas de las mejores de España, unos hoteles con una actividad frenética, un entorno de la Ría fantástico, con juegos para niños, fuegos artificiales,... Hay de todo. Y, sobre todo, tenemos un Bilbao plural donde la gente se puede divertir en sitios dispares, según sus gustos.

P. No faltó a la misa de Begoña. ¿No es hora de separar la vida municipal y las celebraciones religiosas?

R. Es la única vez del año. Estamos separadísimos, somos una corporación laica y plural donde no se le obliga a nadie a ir. Es un fervor popular de miles de vizcaínos y vizcaínas, que van a Begoña. La corporación quiere honrar a la Virgen de Begoña. Sin más. No estamos en las guerras de religión.

P. ¿Qué queda para otoño?

R. Vamos a seguir con la transformación de Bilbao. Nos faltan muchas cosas por hacer en el equilibrio de los barrios. No podemos hacer un Bilbao idílico en Abandoibarra para quien tenga 100 millones para comprarse un piso y un Bilbao de barrios destrozados. Otxarkoaga, Bilbao La Vieja, Altamira, Uretamendi son los barrios con más necesidades. Un Bilbao desequilibrado es un peligro.

P. En su primera comparecencia tras ganar las elecciones dijo que sufría una enfermedad. ¿Cómo se encuentra?

R. Sí, dije que sufría un cáncer de próstata. He pasado la ITV, la exploración semestral, y me han dicho que estoy muy bien. Hay que luchar, algunos cánceres se pueden transformar en enfermedades crónicas. Yo le digo al género humano que se revise de vez en cuando. Como las mujeres, también los hombres. Yo fui muy descuidado; me dedique mucho al Ayuntamiento y poco a mí mismo.

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