El bumerán de las reivindicaciones

Dos legislaturas de mal llamada "confrontación" entre la Junta de Andalucía y el Gobierno han dejado un saco repleto de reivindicaciones del PSOE andaluz al Ejecutivo que presidió José María Aznar. Un saco del que ahora se surte la oposición y en particular el PP, para tratar de dejar en evidencia que la Junta ha abandonado el discurso reivindicativo en cuanto los socialistas alcanzaron el poder en Madrid. Los populares han realizado un amplio despliegue de declaraciones y conferencias de prensa, aún en fechas vacacionales, para poner en el escaparate un mensaje: "el PSOE está de rebajas".
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Dos legislaturas de mal llamada "confrontación" entre la Junta de Andalucía y el Gobierno han dejado un saco repleto de reivindicaciones del PSOE andaluz al Ejecutivo que presidió José María Aznar. Un saco del que ahora se surte la oposición y en particular el PP, para tratar de dejar en evidencia que la Junta ha abandonado el discurso reivindicativo en cuanto los socialistas alcanzaron el poder en Madrid. Los populares han realizado un amplio despliegue de declaraciones y conferencias de prensa, aún en fechas vacacionales, para poner en el escaparate un mensaje: "el PSOE está de rebajas".

"Lo que se está demostrando ahora es que la confrontación con el Gobierno fue un fraude, una cuestión de egoísmo partidista", afirma el secretario regional del PP, Juan Ignacio Zoido. El dirigente popular enumera las cuestiones que, a su juicio, han abierto esa "temporada de rebajas permanente": "En la reforma del aceite pedían 200 millones de euros más y se ha contentado con 20; querían completar el traspaso de justicia con 60 millones de euros y ahora negocian por 13; reclamaban al Gobierno que levantara el peaje de la autopista Sevilla-Cádiz, y sólo hay un rescate parcial que, además, debemos pagar sólo los andaluces; se hicieron la foto de la primera piedra del trasvase del Ebro en Almería y ahora no dicen nada cuando el Gobierno lo elimina...".

Si se le recuerda que en el arranque de esta legislatura han sido posible algunos acuerdos entre la Junta y el Gobierno bloqueados en los ocho años anteriores, Zoido retoma el discurso de la confrontación: "En la pasada legislatura, el PP también firmó acuerdos con los presidentes socialistas de Extremadura y Castilla-La Mancha pero aquí, la Junta no quiso".

"En los últimos años de Gobierno de Felipe González, quizá dimos en Andalucía una imagen de sucursal de Madrid, pero eso no va a pasar ahora", rebate el secretario de Organización del PSOE andaluz, Luis Pizarro, quien minimiza la "desmedida" ofensiva del PP. "Todos los veranos es lo mismo, no tienen credibilidad".

"José Luis Rodríguez Zapatero ha sido más sensible en cien días a las reivindicaciones de Andalucía que Aznar en ocho años de gobierno", añade Pizarro, quien recuerda que se "han desbloqueado la liquidación del anterior sistemas de financiación autonómica [por 2.500 millones] y el traspaso de 12 competencias". Sobre las numerosas reivindicaciones pendientes, afirma: "Tenemos unas posiciones claras a las que no vamos a renunciar, pero antes teníamos que chillar mucho porque el PP no nos quería escuchar, y ahora se pueden lograr acuerdos con el diálogo".

La ofensiva de declaraciones de este mes es sólo un preludio de lo que vendrá en otoño. Entonces, la oposición mirará con lupa cuanto dinero destina el Gobierno a Andalucía en sus presupuestos generales del Estado. Y rescatará el balance parlamentario, cuantificado en 16.300 millones de euros, que hizo el PSOE de sus reivindicaciones económicas en ocho años de Gobierno del PP.

Presupuestos con lupa

Algunas de esas reivindicaciones ya están saldadas (la liquidación del anterior modelo de financiación por 2.500 millones, aún cuando se cifraba en 4.600) o difícilmente se pueden atender (el reparto de fondos europeos ya no tiene vuelta atrás). Pero otras pueden volver a exigirse al nuevo Gobierno central: un cálculo más ajustado de lo transferido por el nuevo sistema de financiación, más dinero en el fondo de compensación interterritorial (para infraestructuras), en el fondo de nivelación (para gasto corriente en servicios), o que el reparto de inversiones entre comunidades tenga en cuenta la población de cada territorio.

A finales de julio, el presidente de la Junta, Manuel Chaves, replanteó estas cuestiones y enfatizó la exigencia de que el Gobierno central asigne al menos un 18% de su inversión a Andalucía, en virtud del peso de su población. "Ahí tenemos un principio político claro y no vamos a renunciar", afirma Pizarro, aún después de conocer la posición del Gobierno en boca de su delegado en Andalucía, José Antonio Viera, quien pidió a la Junta que sea "solidaria" y abandone esa exigencia. "Ahora hay que ver si mantienen la misma postura crítica que con nosotros", reta Zoido. La oposición ve en los Presupuestos Generales del Estado una oportunidad para una emboscada política a la hegemonía socialista.