Detenidos en seis meses 187 menores rumanos por mendigar o robar

Un total de 187 menores de nacionalidad rumana fueron detenidos en el primer semestre del año en las calles de Madrid por venta ilegal en cruces y semáforos, mendigar en esos mismos lugares, limpiar cristales o perpetrar hurtos en los vehículos parados, según datos del Ayuntamiento de la capital. "La mendicidad infantil ha experimentado un importante crecimiento en el año 2003", a pesar de la mayor eficacia policial, debido al repunte de la inmigración y a que "la mayoría de sus protagonistas no ve esa actividad como delito, sino como forma de supervivencia", asegura la Memoria del Defensor de...

Un total de 187 menores de nacionalidad rumana fueron detenidos en el primer semestre del año en las calles de Madrid por venta ilegal en cruces y semáforos, mendigar en esos mismos lugares, limpiar cristales o perpetrar hurtos en los vehículos parados, según datos del Ayuntamiento de la capital. "La mendicidad infantil ha experimentado un importante crecimiento en el año 2003", a pesar de la mayor eficacia policial, debido al repunte de la inmigración y a que "la mayoría de sus protagonistas no ve esa actividad como delito, sino como forma de supervivencia", asegura la Memoria del Defensor del Menor basándose en datos de la Policía Municipal.

Los menores detenidos son devueltos a sus padres cuando éstos les recogen en comisaría, por lo que inmediatamente vuelven a las confluencias de las principales calles de Madrid, donde venden pañuelos u ofrecen la limpieza de los cristales de los coches. La policía asegura que la mayoría de las denuncias se refieren a hurtos por el procedimiento del descuido, y los objetos de los que se apoderan estos rumanos son generalmente de pequeño tamaño, como teléfonos móviles.

Intimidación de conductores

Un ejemplo de este tipo de actividad se produce casi a diario en la confluencia de las calles de José Abascal y Santa Engracia, donde cinco rumanos se colocan diariamente frente a un semáforo de la zona para, cuando se pone en rojo, limpiar de forma intimidatoria los cristales de los coches que se detienen. Si los dueños de los vehículos se resisten, los rumanos responden violentamente, especialmente con las mujeres, según el testimonio de algunos de los conductores que habitualmente circulan por esa zona, hecho que también ha podido ser constatado por los policías.

Los que no se ven afectados por la acción del grupo son el colectivo de taxistas, ya que, según explicó uno de estos profesionales, "nunca enjabonan el cristal del coche, tal vez porque nos tienen respeto y saben que estamos trabajando". Un vecino de la zona manifestó que, varias veces al día, agentes de la Policía Municipal se acercan a esta zona e incautan al grupo de rumanos el material de limpieza. No obstante, poco después vuelven a aparecer con nuevos útiles.

Un informe policial indica que ante la imposibilidad de contar con un trabajo legal, muchos de los ciudadanos rumanos permanecen en España de manera irregular, por lo que en la mayoría de los casos caen en la delincuencia, situación que afecta "negativamente" a la seguridad ciudadana. De esta forma, las estadísticas reflejan que las detenciones de rumanos representan más del 10% del total de las practicadas a extranjeros y en torno al 45% de las de los ciudadanos procedentes de países del este.

Respecto a las organizaciones criminales rumanas dedicadas al tráfico ilegal de personas, el informe indica que la mayoría de éstas centran su actividad delictiva en la explotación sexual de mujeres.