El director general de Tráfico pide "prudencia y atención" al conductor
El director general de Tráfico, Pere Navarro, pidió ayer "prudencia y atención" a los conductores de los más de 27 millones de vehículos (más ocho millones de coches extranjeros) que se calcula que se desplazarán estos días por las carreteras españolas para iniciar o regresar de sus vacaciones. El año pasado hubo 465 muertos durante el mes de agosto y sólo en la operación salida 50 personas fallecieron. Navarro indicó que la movilidad en las carreteras aumenta entre un 3% y un 4% cada año.
"Lo más importante es volver de las vacaciones", señaló Navarro. "Hay que tener en cuenta el cansa...
El director general de Tráfico, Pere Navarro, pidió ayer "prudencia y atención" a los conductores de los más de 27 millones de vehículos (más ocho millones de coches extranjeros) que se calcula que se desplazarán estos días por las carreteras españolas para iniciar o regresar de sus vacaciones. El año pasado hubo 465 muertos durante el mes de agosto y sólo en la operación salida 50 personas fallecieron. Navarro indicó que la movilidad en las carreteras aumenta entre un 3% y un 4% cada año.
"Lo más importante es volver de las vacaciones", señaló Navarro. "Hay que tener en cuenta el cansancio, la somnolencia. Son viajes largos en condiciones meteorológicas adversas por el calor, lo cual requiere un plus de atención para la conducción". Navarro insistió en no forzar ni la velocidad, ni los adelantamientos. "No hay prisa, es absurdo intentar llegar un poco antes; lo importante es llegar".
Navarro recordó la fórmula clásica de velocidad excesiva, distracción, salida de la vía y muerte. "Esto nos obliga a hacer un esfuerzo para controlar la velocidad tanto informando a los ciudadanos de que la velocidad puede matar como intensificar los controles de radar. El objetivo es doblar los realizados en agosto del año pasado y llegar a controlar 2,5 millones de vehículos". El director general de Tráfico señaló que el hecho de haber informado este año de la ubicación de los controles de velocidad se debe a un acto de "máxima transparencia".
Además, señaló que no cree que el hecho de que se conozcan los emplazamientos de los radares influya en la velocidad con la que conduzcan los automovilistas. "No creo que el ciudadano vaya a ir con un mapa en la falda para saber en qué lugar hay radares y en cuáles no".