OPINIÓN DEL LECTOR

Coches y prostitución en la Casa de Campo

Como vecino del barrio Casa de Campo del distrito Moncloa-Aravaca, quiero denunciar el progresivo deterioro registrado en la Casa de Campo en el entorno existente junto a los dos accesos peatonales desde nuestro barrio (a la altura del parque de la calle Comandante Fortea y del polideportivo José María Cagigal), especialmente tras las supuestas medidas de restricción al tráfico tomadas por el Ayuntamiento en determinados trayectos.

Desde entonces, el tráfico de vehículos y la prostitución han aumentado espectularmente y de manera progresiva en los aledaños del paseo Piñonero, paseo para...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Como vecino del barrio Casa de Campo del distrito Moncloa-Aravaca, quiero denunciar el progresivo deterioro registrado en la Casa de Campo en el entorno existente junto a los dos accesos peatonales desde nuestro barrio (a la altura del parque de la calle Comandante Fortea y del polideportivo José María Cagigal), especialmente tras las supuestas medidas de restricción al tráfico tomadas por el Ayuntamiento en determinados trayectos.

Desde entonces, el tráfico de vehículos y la prostitución han aumentado espectularmente y de manera progresiva en los aledaños del paseo Piñonero, paseo paralelo a la M-30 desde la plaza de las Moreras a la carretera de Castilla y sin salida para los coches, por lo que el único sentido del tráfico que por allí circula es la prostitución. De esta manera, todos los días, especialmente los fines de semana, compartimos espacio familias, niños, paseantes, corredores y bicicletas con las prostitutas, los chulos y, por supuesto, la clientela que, a bordo de sus vehículos y pendiente sólo de las meretrices, pone en peligro la integridad física de los demás.

Y, para completar el cuadro, la suciedad y los desechos de todo tipo esparcidos por todos los lados, de forma que los condones, toallitas y pañuelos de papel se han convertido en una nueva especie autóctona. Las autoridades municipales tienen que decidir si la Casa de Campo es un polígono del sexo o un lugar de ocio y descanso para las familias; ambas cosas son absolutamente incompatibles.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En