Reportaje:

Nueva arquitectura municipal

Rafael de la Hoz dota a la Junta Municipal de Retiro de un novísimo edificio protagonizado por la pizarra

La nueva arquitectura llega a las sedes municipales. Así lo muestra la Fundación del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), en la calle de Piamonte, que expone una nueva edición de su certamen Obra reciente, donde el arquitecto Rubén Picado ha escogido, entre otros, edificios de Patxi Mangado, Javier de Mateo y Rafael de la Hoz, seleccionados según criterios en los que prevalecen la imaginación y la singularidad.

Es el caso de la Junta Municipal de Retiro, que en los antiguos cuarteles de Daoiz y Velarde, acaba de estrenar sede representativa en un modernísimo edificio ...

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La nueva arquitectura llega a las sedes municipales. Así lo muestra la Fundación del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM), en la calle de Piamonte, que expone una nueva edición de su certamen Obra reciente, donde el arquitecto Rubén Picado ha escogido, entre otros, edificios de Patxi Mangado, Javier de Mateo y Rafael de la Hoz, seleccionados según criterios en los que prevalecen la imaginación y la singularidad.

Es el caso de la Junta Municipal de Retiro, que en los antiguos cuarteles de Daoiz y Velarde, acaba de estrenar sede representativa en un modernísimo edificio modular de sabor nórdico, con 3.200 metros cuadrados construidos, cuatro plantas y fachada a base de vidrio y lamas de pizarra atornilladas de hasta tres metros de longitud. Su entidad tectónica y ornamental, signada por la penumbra exterior, se abre interiormente a la diafanidad de unas estancias con generosas dimensiones y mobiliario en tonos cálidos. Su oficina de atención al ciudadano, su sala de plenos, con 90 plazas, y su salón de exposiciones constituyen un alarde de confortable belleza, sabiamente administrada por el arquitecto Rafael de la Hoz, protagonista recientemente de otra inauguración: la nueva sede del Consejo Superior de Cámaras.

Un zócalo bajo cota ha unido el edificio de la Junta de Retiro a otro histórico, por él restaurado, nexo que configura el teatro del encuentro entre el ciudadano y sus representantes. El juego de luz y sombra tiene aquí un nuevo ámbito. "He querido hacer en este edificio un monumento a la sombra", dice el arquitecto, cordobés de 49 años afincado en Madrid.

Su propuesta contempla ese diálogo que la penumbra y la luz mantienen en la atmósfera madrileña "sobre todo en primavera y en otoño". El nuevo edificio de la Junta Municipal contrasta con los de su contorno y, más aún, con los que lo ciñen de cerca: los de un polígono de acuartelamientos construido mediado el siglo XIX entre la avenida de la Ciudad de Barcelona, las vías del tren de las inmediaciones de la estación de Atocha y las calles de Téllez y Alberche. Allí se alzaron los cuarteles de Daoiz y Velarde, parque de artillería, diseñados por ingenieros militares; algunas antiguas galerías de tiro muestran el techado en dientes de sierra, que Óscar Tusquets ha convertido en magno polideportivo rematado por captadores de energía solar.

La Junta había tenido sus oficinas incrustadas dentro del parque del Retiro durante décadas, justo encima del que fuera, hasta 1981, Parque Zoológico. Hace un lustro se decidió trasladarla al solar de los cuarteles. En 2000 comenzó la construcción y, tras vicisitudes de corte electoral, opera ya como la más moderna de las sedes municipales capitalinas.

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