La línea 7 de metro estuvo ayer interrumpida casi 13 horas

La línea 7 de metro estuvo ayer interrumpida durante 13 horas como consecuencia de una avería en un tren. Según un portavoz del suburbano, a las 7.30 un tren que circulaba entre las estaciones de Guzmán el Bueno y el Canal sufrió un fallo mecánico. Como consecuencia de la avería, los empleados de metro se vieron obligados a desalojar a todos los viajeros que en ese momento se encontraban detenidos en el túnel. El desalojo se llevo a cabo sin problemas y ninguno de los pasajeros se vio afectado por lo sucedido. Los pasajeros fueron rescatados por tren que se situó en paralelo.

A las dos ...

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La línea 7 de metro estuvo ayer interrumpida durante 13 horas como consecuencia de una avería en un tren. Según un portavoz del suburbano, a las 7.30 un tren que circulaba entre las estaciones de Guzmán el Bueno y el Canal sufrió un fallo mecánico. Como consecuencia de la avería, los empleados de metro se vieron obligados a desalojar a todos los viajeros que en ese momento se encontraban detenidos en el túnel. El desalojo se llevo a cabo sin problemas y ninguno de los pasajeros se vio afectado por lo sucedido. Los pasajeros fueron rescatados por tren que se situó en paralelo.

A las dos de la tarde cuando los mecánicos de metro lograron sacar el tren de la vía comprobaron que ésta había resultado dañada por lo sucedido. Este nuevo percance ralentizó aún más las tareas para restablecer el servicio de la línea 7, que finalmente volvió a operar a las nueve de la noche, casi trece horas después de que quedará cortado.

El corte de la línea 7 coincidió con los de las líneas 2 y 3, que están sufriendo una importante remodelación para adaptar la anchura de los túneles a los nuevos trenes.

Por otro lado, el servicio de vigilancia del metro de Madrid ha detectado un nuevo sistema por el que determinados individuos se quedan con la vuelta que dan las nuevas máquinas expendedoras de billetes, mediante la introducción de una bolsa de plástico en el conducto por el que cae el dinero sobrante.

En concreto, los pícaros meten una bolsa de plástico, muy bien doblada, en el conducto por el que caen al cajetín de acceso del público las monedas, de forma que cuando una persona introduce en la máquina más dinero de lo que cuesta su billete, las monedas de vuelta no aparecen por ningún lado.

Uno de los vigilantes del suburbano ha explicado a que este nuevo timo ha proliferado en las últimas semanas y que es más corriente, sobre todo, en las estaciones donde los usuarios realizan sus interconexiones, ya que en estos lugares es donde habitualmente se dispone de menos tiempo para realizar las correspondientes reclamaciones.

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